Los mercados son las venas por la que la vida fluye en la antigua capital. Yangón, sería de hecho algo sosa y triste si no fuera por sus gigantescos mercados donde encontraremos fruta de todos los tipos, pescados, carnes y un sinfín de objetos que harán de nuestros paseos, un asalto continuo a nuestros sentidos.
Rodeada por el Río Yangón de sur a oeste, la ciudad pone sus fronteras en las orillas. No va más allá, podemos fácilmente guiarnos, siempre que sepamos dónde anda el río y por supuesto, la pagoda que está en una de las calles principales como referencia.
Mercado Principal. Venta de cangrejos.
Foto superior: Un plato muy típico de Birmania, ya sea en el centro como en el norte, es la tortilla de camarones. Deliciosas y baratas, las iremos encontrando durante todo el viaje
Foto superior: Estos puestecitos, son los típicos donde podemos comer o cenar. Puede que no inspiren confianza, pero resulta curioso poder decir con seguridad, que a menudo son mucho más fiables que los restaurantes por el simple hecho que lo cocinan todo delante nuestro. Ojo con mariscos y pescados. Aseguremos el tiro y comamos carne, arroz, sopas, o pasta si no estamos seguros de la procedencia de los productos más nocivos. Una colitis, nos puede dejar en dique seco durante días.
Foto inferior: Escribiente. Una profesión que goza de mucho caché entre la población. El analfabetismo es alto y la función del escribiente, es tan sencilla como escribir cartas tanto oficiales como personales.
Foto superior: El Kyat es la moneda oficial de Birmania. Es de muy bajo peso, con lo que deberemos llevar un buen número de billetes para comprar cualquier cosa. Actualmente un Euro equivale a 1311 Kyat. Con esa referencia podemos decir que con treinta billetes no llegaremos a los 20 euros.
Foto inferior: Podemos hacernos una idea de los cruces de cables que hay en las calles. No salgo de mi asombro, las pocas medidas de seguridad que todos y cada uno de los birmanos reciben por parte de empresas.
