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Conoce de primera mano, lo que puedes hacer durante un viaje a Taiwán. En Viajar por Libre, nos hemos dejado llevar de nuevo por el continente asiático, para volver a caer en un país algo deconocido turísticamente por la mayoría. No pienses si has hecho bien o mal en comprar un billete hacia esa pequeña isla flotando en el Mar de China. Aquí te proponemos un itinerario completo para viajar a Taipéi por libre y algunas salidas que te harán ver cómo puede surgir un nuevo destino turístico, donde lo que no hay son turistas ¿No es evocador?

¿POR QUÉ TAIWAN?

A preguntas estúpidas, respuestas estúpidas ¿Por qué no? Como cada navidad, mirando destinos, siempre acabo dando con alguno que jamás pensé que visitaría. Realizados ya la mayoría de países, me llegué a plantear, que para las escapadas de diez días, debía ser más concienzudo y dedicarme a los más pequeños, a esos que siempre quedan fuera de la agenda en las aventuras de las que disponemos de un mes como mínimo. El año pasado fue Corea del Sur, este año, por qué no iba a ser Taiwán. Lo tenía todo de cara.

SEGURIDAD

Tanto la capital como el país, es extremadamente seguro. No temáis perderos por las noches más oscuras, siempre que sepáis regresar no debería haber problema. Los taiwaneses son tremendamente simpáticos y educados, creando a menudo una confusión a la hora de sacarles información respecto a una dirección. Las señales por mímica de poco sirven, el inglés ni hablamos. Pero son tan atentos, que cogerán vuestro mapa incluso del revés e intentarán por todos los medios deciros qué sendero, camino o calle coger.

Si hiciéramos un balance, de cada quince, uno responde correctamente, creando pérdidas, tanto en las grandes ciudades como en los parques nacionales.

Atentos a las señales informativas. Si no están en inglés, vuestro instinto será lo único que os guíe. Mi consejo, es que dejéis los prejuicios en casa y os llevéis un móvil. La señal Wi-Fi, está por todos los lados y serán los mapas descargados previamente a vuestro viaje, lo que os salve la mayoría de las veces.

PRESUPUESTO Y CONSEJOS PARA AHORRAR

Tan flexible, que dar en el clavo es un imposible, pero ahí van unos consejos fundamentales

Billete de Barcelona a Taipéi  (Escala en Dubai) Ida y Vuelta: 740 Euros

Transportes.

Metro, autobús y taxi:

Romperemos el mito de que Taiwán es tan caro como Japón. La Easy-Card (tarjeta fácil), es indispensable para todos los visitantes que exploren la ciudad aunque sea en un plazo corto. Conseguirla es tan fácil como comprarla en un Seven-eleven, Family-Mart o vuestro albergue puede daros una con un depósito de 150 dólares taiwaneses (menos de 5 euros), que os serán devueltos en cuanto la devolváis en cualquier punto de venta.

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El sistema de pago, es sencillo. La recargamos en alguna de las franquicias mencionadas anteriormente o en las mismas estaciones de metro y deberemos pasarlas por el detector de entrada y el de salida cuando hayamos finalizado el trayecto. Los viajes pueden costar entre 30 y 70 céntimos de euro. Una ganga, también válida para los autobuses urbanos que con tanta frecuencia nos veremos obligados a coger.

Para el resto de autobuses, pagaremos una cantidad ridícula si las comparamos con las tarifas españolas. El viaje desde Central Station al aeropuerto no nos costará más de 5 euros.

Los taxis, desconozco los precios exactos, pero hay que evitar las horas punta, porque aquello se pone terrible.

Trenes: Están los de toda la vida (los lentos), y trenes bala. Puede que reconsideremos un poco el llegar un poco tarde, cuando un billete de unas 2 horas de trayecto, nos cueste unos 50 Euros.

Bicicleta: “Your bike”, es el nombre que recibe la amplia red de bicicletas que inundan todas las calles de Taipéi. Para alquilarla es indispensable tener la “easy-card”, registrarte en cualquier punto de información turística, kiosko o página web, cogerla, sentarte y devolverla. La amplia zona adaptada a este medio tremendamente ecológico es digna de mención.

Para saber las terminales donde poder cogerlas y devolverlas consultad:

http://taipei.youbike.com.tw/en/f11.php

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Propinas: No es costumbre dejar. De hecho pueden incluso ofenderse por ello.

Dormir: Generalmente es caro, incluso me atrevo a decir que es el apartado más desproporcionado existente entre todo lo que iremos pagando durante nuestra aventura por el país y la capital.

Comida: Un apartado que da tanto de sí, que merecería no una crónica, sino una guía entera. Me pregunto, cómo en tan poca extensión de isla, pueden existir tantos tipos de cocina. Pero ciñéndonos al precio, que es lo que nos atañe ahora, diré que es económico y podemos comer o cenar en restaurantes locales por apenas unos 3 euros por cabeza.

 

CONECTADO/DESCONECTADO. WIFI EN TAIPÉI

Amantes de vuestros smartphones, tablets o portátiles. Estáis de enhorabuena. Taipéi se conoce como la ciudad del Wi-fi gratuito. Si queréis que no engullan datos vuestras compañías telefónicas, como sabréis es imprescindible desconectar el sistema de datos e ir todo el viaje con el Wi-fi conectado.

Pero no todo es tan fácil como llegar y navegar. No hace falta que os diga, que todos los restaurantes y hoteles tienen su conexión funcionando a una velocidad de vértigo, pero en la calle, es necesario que encontremos una oficina de turismo, muy localizables en las estaciones de metro más turísticas y darnos de alta en el punto de información, facilitando el pasaporte. Os ayudarán a conectaros si tenéis alguna duda. En algunas zonas, no dispondréis de señal, pero en el metro, es muy factible navegar e ir guiándote mientras avanza la jornada.

Recomiendo descargarse el programa de Metro- Taipéi, en vuestros móviles para no ir buscando las estaciones en los casi inexistentes carteles de información en los andenes.

CÓMO MOVERSE

Avión: Bien conectado, las distancias no son exageradas. Los precios algo abusivos si queremos por ejemplo ir a otras ciudades del país. Un vuelo desde Tainan a Taipéi, apenas superarán los 110 Euros.  No existen compañías low cost del estilo Air Asia. Para hacer vuelos internacionales. Taipéi está perfectamente comunicada con el sureste asiático. Tiene vuelos a Kuala Lumpur y Kota Kinabalu a precios muy interesantes.

Buscador de vuelos nacionales:

https://www.skyscanner.es

Buses: Puede resultar algo complicado saber cuál tomar para desplazarse por las ciudades, pero son una opción más que interesante para moverse por toda la isla. Los precios son económicos y Taipéi, cuenta con dos grandes terminales donde adquirir los billetes.

Taxis: Los timos que tanto encasillan a estos profesionales del volante, aquí desaparecen por completo. Todos llevan taxímetro. El precio es realmente razonable y mucho más económico comparándolo con Europa. La carrera se paga a 1,75 Euros para los primeros 1,5 kilómetros y van sumando unos 0,15 Euros cada 300 metros. La Easycard, es aceptada en algunos evitándonos pagar en metálico. La mayoría de los vehículos llevan una televisión en el reposacabezas para que el cliente vaya entretenido. Los taxistas suelen ser amables pero carentes de conocimientos en lenguas extranjeras. Indudablemente son una buena opción para moverse por las ciudades. Hay que ser previsor y evitar las horas punta para no quedar atrancados en un atasco interminable.

Tren: Es otro modo de moverse sin perder tanto tiempo. Como en Japón, los trenes de alta velocidad son imprescindibles para ganar tiempo. La contrapartida está en los abusivos precios que nos cobrarán por un pasaje. Para adquirir cualquier billete, es obligatorio tener el pasaporte en mano. Luego, tenemos los trenes convencionales, que no paran de hacer transbordos y son bastante lentos, pero aumentan las sensaciones de aventura por la isla.

Para consultar y comprar billetes:

http://www.railway.gov.tw/en/index.aspx

COMIDA

Qué decir de un país que es chino y ha estado tan marcado por la cultura japonesa. Hablamos posiblemente de mis dos cocinas internacionales favoritas. Olvidaos de los rollitos de primavera. Estando en China como yo hice, comprobé la justa calificación de maestros a los cocineros chinos. En Japón….¿Qué decir del país que más estrellas Michelín posee del planeta?. Pues juntad los dos y a esto añadid, la deliciosas cocina tailandesa y para mí (personalmente), la insuperable cocina coreana y tendréis un viaje culinario imprescindible y dispuesto a satisfacer todo tipos de exigencias a los más delicados.

También está la cara opuesta. Parece que el país haya recogido un poco de todo por parte de sus vecinos y si vamos a un Seven-eleven, Family mark u otra franquicia, podremos degustar, los huevos tan horribles que venden en Filipinas. El polluelo a medio formar, es una delicia para los asiáticos y si me quejaba de que los chinos se comían todo lo que tenía patas, lo del huevo es para mí….. incalificable.

CAMBIO DE DINERO

Atrás quedan los tiempos que debíamos ir con Euros a todos los lugares y cambiar al mejor postor. De hecho yo incluso he tenido que hacer dos conversiones: de euros a dólares americanos y posteriormente a la moneda local. Las tarjetas de crédito son la mejor opción en Taiwán y Taipéi. Las comisiones cobradas por las entidades bancarias son mínimas y menores que las tasas que se llevan las casas de cambio. Ante la desesperación, llegando al aeropuerto internacional, podréis cambiar unos cincuenta euros para ir tirando. Evidentemente los tipos de divisas son devaluados en nuestra contra pero no es para dramatizar. Los ATM o cajeros automáticos están por todos los lugares. Los pagos en establecimientos como hoteles y restaurantes, son la mejor opción para evitarnos llevar dinero encima y atenernos al cambio real del día.

Consulta el cambio en:

http://www.cambioeuro.es/dolar-taiwanes/

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VISADOS

No es necesario. Un sello en la entrada sin coste alguno, te da para 90 días de estancia. Una ventaja más para visitar Taiwán.

VACUNACIONES:

Sí. Es Asia. Pero como por ejemplo en Japón, aquí no es necesario vacunarse urgentemente de hepatitis u otras enfermedades que tanto nos preocupan a los europeos o americanos. Eso sí. Es muy importante si os movéis por los parques nacionales, llevar un buen repelente de mosquitos. Si os olvidáis, tranquilos. Allí encontraréis mejores y más baratos aunque nos suene a chino la etiqueta, suelen ser más efectivos que los que nos venden tan caros en nuestro país.

EL CLIMA

Rompamos el tópico de los monzones asiáticos. Cualquier época resulta tentadora para visitar Taiwán. Yo lo hice en navidades y el clima fue perfecto. Sin apenas lluvia asomando por el cielo y con un Sol agradable para pasear. Las noches resultan perfectas.

Si nos vamos a las montañas, hay que abrigarse. La topografía en el interior se deforma, creando altas cordilleras donde el frío se hace notar. La niebla es otro factor a tener en cuenta en estas zonas, aunque no deja de ser interesante, envolviendo el paisaje en un misterioso ambiente.

FECHAS SEÑALADAS

Febrero: Año nuevo chino. No perderse el festival de Pingxi. Miles de faroles envuelven el cielo nocturno.

Entre Marzo y Mayo: Festival del Pez Volador.

Julio y Agosto: Festivas de la recolecta en la tribu Amis.

GUIAS RECOMENDADAS PARA VIAJAR:

Para los que no sepáis inglés, estáis bastante fastidiados si lo que os gusta, es tener un buen libro. Pero para los que dominéis el inglés tenéis dos buenas guías que os servirán:

*Taiwán: Lonely Planet (precio 25,50 Euros) ¿Dónde Conseguirla?
http://www.altair.es/es/libro/taiwan-lonely-planet_141256

*Taiwán: Bradt (precio 25,50) ¿Dónde conseguirla?
http://www.altair.es/es/libro/taiwan-bradt_143448

*Taiwán: Insight guide (Precio 25,50) ¿Dónde conseguirla?
http://www.altair.es/es/libro/taiwan-insight-guide_139420

*Taipéi: Insight city guide (Precio 19,50) ¿Dónde conseguirla?
http://www.altair.es/es/libro/taipei-insight-city-guide_150359

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APPS FUNDAMENTALES 

Aprovechemos la era digital. La tecnología ya no es un impedimento para poder explorar los países sin quitar un ápice de encanto. Contrariamente a los que piensan los de la vieja escuela, estas aplicaciones nos darán alas para descubrir en tiempo real, lugares que hubiéramos pasado por alto por falta de información.

Os dejo tres que yo utilicé y me fueron geniales. Sólo tenéis que meteros en App Store o en Google Play y obtenerlas.

Taipéi Guía de Viaje con Mapa Offline y Metro. Aunque de pago, es la mejor opción en español. Te va señalando lo que debes visitar y diariamente renueva ideas, sugiriendo nuevos lugares. Para la capital es una app, perfectamente adaptada a nuestras necesidades.

Metro de Taipéi/MetroMan. Indispensable para no perdernos por el metro de la capital. Curiosamente no veremos las paradas cuando bajemos a los andenes, sólo divisando las estaciones donde finalizan el trayecto, debiendo siempre tirar de la guía para saber la dirección correcta. Es mucho más cómodo abrir esta app, offline, y asegurar el tiro antes de meternos en un vagón que no toca.

Travel in Taiwan: La desconozco, pero me han hablado muy bien de ella. Fácil e intuitiva.

Taiwán Travel Guide featuring Taipéi: Offline, es una buena opción para sacar el máximo partido al país. Está en Inglés y la información es fresca y los menús muy intuitivos.

12 LUGARES IMPRESCINDIBLES DE TAIPÉI

Dependiendo de los días, el pequeño trocito de tierra ofrece innumerables actividades, lugares de interés cultural, naturaleza y una gastronomía que calma con creces a los más estrictos y delicados. Taiwán se deja llevar bien, pero mi visita se basó en la capital, haciendo salidas esporádicas a sus alrededores. En el listado, os pondré lo que no os podéis perder y otras opciones fiables si contáis con más tiempo.

Museo Nacional del Palacio.

Sus inmejorables opiniones sobre su extensa colección, eran un tiro seguro a la diana para empezar con buen pie a conocer la metrópolis que nos ocupa.

Desde la estación central, he cogido el metro en la línea 1 (la roja), no sin antes recargar mi “easy card”. La parada era Shilin. Una vez he llegado, he tenido que coger el autobús nº 30,  que en apenas diez minutos me dejaba delante de la puerta de este enorme y cuidado complejo.

Este museo es un indispensable para cualquier amante de la cultura asiática. Presume de estar entre los cinco más importantes del mundo. Su extensa colección abarca cinco mil años de historia China y cuenta con obras únicas en artesanía, pintura y caligrafía de los emperadores Song, Yuan, Ming y Qing. Según datos oficiales, poseen unas 650.000 obras de arte. Por supuesto y pese a su reforma de ampliación en el 2007, desde los grandes y misteriosos almacenes van reponiendo las colecciones, aunque muchas de ellas, se queden entre pasillos oscuros para siempre.  Su enfoque, difiere mucho del de los de China, y es que la historia, como a menudo pasa, se mide desde distintos ángulos y formas, dependiendo del narrador que la cuente.

Durante la visita, observareis que está a rebosar de gente por todos los rincones. No desesperéis e id a vuestro paso. No es que hayáis pillado un festivo, sino que el número de visitas diaria, resulta abrumador.

El edificio se compone de tres plantas muy bien señalizadas. Terminarlo, depende mucho de vosotros mismos. Para que os hagáis una pequeña idea, yo he ido algo rápido y he estado cuatro horas. Es muy recomendable que alquiléis una audio-guía. Os ayudará a conocer muy a fondo, ciertas obras que esconden pequeños secretos.

Precio de la entrada: 250 TWD
*Precio de la audio-guía: 150 TWD

*Importante si sabemos inglés cogerla en este idioma. En Español, encontraremos explicaciones pero en menor medida. Desconozco el motivo, pero en la recepción te avisan que es mucho más amplio en otro idioma que en el nuestro.

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Templo de Guandu
Llegar es fácil aunque no es que sea un lugar muy conocido por los turistas. Si seguimos en la línea roja del metro, debemos bajar en Guandu Station y en apenas dos kilómetros andando, nos daremos de frente con este magnífico templo orientado al río Danshui.

Cuando lo veamos, nos sorprenderá su elaborada construcción. Sus dimensiones más que respetables, guardan muchos rincones secretos en el otro extremo, invisibles desde la ribera. Por lo que os aconsejo, que busquéis bien por todas las escaleras que parecen no llevar a ninguna parte, hasta dar con los pasillos que se hunden en la montaña, creando una serie de mini templos, con decenas de deidades que compiten por captar la atención del visitante. Este complejo taoísta, puede incluso con suerte, servirnos de descanso y desconexión total entre tanto tráfico. Incluso en el atardecer, rodeados de fieles creyentes orando, hemos podido estar tranquilos en la terraza principal, viendo como la ciudad se vestía para dar la bienvenida a la noche.

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Mercado de Shilin
Retornando por el mismo camino que cogimos esta mañana para ir al museo, en apenas dos kilómetros desde la estación de metro de Shilin, encontramos el Mercado Nocturno.

Abierto desde las 17.00 horas a las 00:00, puede que estemos ante el mejor mercado de comida de la ciudad. También es probablemente el más antiguo y sólo lo disfrutaremos por la noche, cuando cientos de puestos callejeros, se pelean por coger una buena esquina y vender productos que ni sabría pronunciar.

Supuestamente insalubres pero deliciosos, los tentempiés que nos llevemos a la boca, no estarán exentos de un precio elevado. Si hacemos cuentas, comer a veces en la calle, cuesta lo mismo o más que comer en un restaurante económico. Sumemos hasta llenar el estómago y veamos qué nos da. Lo mismo me sucedió en Corea y acabé por comer todos los días sentado bajo el calor de una buena sopa de “dumpings”. Pero no debéis perder por ese motivo la oportunidad de daros una vuelta y sentir como la vieja Taipéi aún respira y que nunca dejó pasar a la nueva. Escuchemos sus latidos quejumbrosos. al mismo tiempo sintamos el orgullo de estar en la  misma onda de los más jóvenes urbanitas.

Dejemos los remilgos en casa y unámonos con ellos en la dirección que más tire la marea humana. Descubriremos salones recreativos inimaginables, graciosos y auténticos, exentos de todo tipo de tecnología. Veremos a niños y adultos, pescando gambas en una pecera, adolescentes reventando globos con dardos, a padres, jugando a fichas, sin perder la cabeza, y a todo el mundo disparando pistolas de aire comprimido a dianas móviles, sólo para llevarse un buen muñeco de peluche, que simboliza un recuerdo físico de una noche fantástica.

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Ciudad Antigua
Es una parte vital de la ciudad que no podemos dejar escapar. Hay muchas cosas para ver, pero valoraré las que merecen la pena, por si vuestro tiempo es menor que el mío y poder ayudar al siguiente viajero a cumplir con su viaje.

Si salís desde la estación central, podréis bajar en dirección sur, y ver todo el recorrido que yo he realizado a pie. Atentos, porque los errores se pagan caros al ser las manzanas a menudo enormes para rodearlas de nuevo.

La primera parada ha sido el parque memorial 228, donde podréis disfrutar de un agradable paseo, por unos bonitos jardines cuidados con esmero. En esta zona, encontraremos el Museo Nacional de Taiwán y la Taipei Guest House. Al finalizar  en dirección norte, giramos a la derecha y nos daremos con la Oficina Presidencial, de exquisita construcción.

Hasta aquí todo muy bien, pero si el tiempo os pisa el cuello, quitaros de la cabeza este paseo y pasemos a la acción que es lo que nos interesa.

Bajaros en la parada de Chiang Kai-shek Memorial Hall, y dirigid vuestros pasos a los colosales monumentos que veréis en una enorme y cuidada explanada. En un extremo tenemos una enorme puerta con arcos, y en el otro un precioso templo, que alberga una gigantesca estatua de bronce de Chiang kai-shek. A ambos lados, dos titánicos edificios de porte chino, dan forma al teatro y al auditorio nacional.

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Chiang kai-shek, desconocido para nosotros, forma parte de la historia reciente de China y Taiwán. Perdida la guerra contra los comunistas, huyó a isla Formosa (Taiwán), llevándose a dos millones de chinos, las mejores obras de arte de su China natal y que ahora resguarda el Palacio del Museo, y un orgullo intacto pese a su derrota, proclamando la independencia de Taiwán y considerado enemigo público de la actual China, reinando hasta su muerte en 1975.

Los 89 escalones que suben hasta su trono-homenaje,  post-mortem, son símbolos de los años que vivió. Yo conté 90… alguno sumé de más… El cambio de guardia cada hora, puede ser visto como un espectáculo para el turismo. Si lo veis, ya me contaréis si el baile, hubiera sido mejor hacerlo más moderado.

En las instalaciones de la gran explanada, contamos con un museo gratuito donde repasa los grandes logros de este mítico personaje en el país.  Todo el complejo, es sin duda alguna, un imprescindible no sólo de Taipéi, sino de Taiwán.

Llegados hasta este punto, podemos seguir camino noreste o desviarnos detrás del hospital universitario para comprar en el magnífico Mercado de Nanmen. Con productos típicos y unos restaurantes económicos y sabrosos, podrá ser perfecto para que almorcemos y cojamos fuerzas.

Después de esta largo y bonito paseo, ya que estaba encarado, he seguido bajando hacia el Sur, hasta darme con el jardín botánico. Su visita no es para nada obligada. Podéis pasar de largo. Me ha parecido, sucio y descuidado. Algo que me ha chocado con lo cuidadosos que llegan a ser aquí.

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Baoan Temple – Taipei Confuncius Temple
Dos templos pegados han sido la línea de salida hoy 04 de enero. Si me preguntáis que templo elegir en la ciudad, al final no sabré qué decir. Son maravillosos todos en conjunto. Lo que los diferencia son la afluencia de gente y sus dimensiones. Por ejemplo el Baoan Temple, es grande y solitario. Apenas no hay gente rezando y menos turistas merodeando, pero a Lourdes, ha sido el que más le ha gustado hasta el momento. Su fecha de inicio de construcción data de 1805 y tardaron 25 años en acabarlo. Su cuidado interior, hacen prever que continuamente lo están remodelando. Es imposible que estén tan cuidados con el paso de los años. Cuando digo que reparéis en los detalles de las ventanas, las puertas o el interior, debéis de saber, que una pequeña visita se acaba convirtiendo en una larga estancia, observando obras maestras. Miréis donde miréis, todo está tan detallado, tan trabajado, que cuesta asimilar tanto trabajo en tan poco espacio.

El templo de Confuncio, como su nombre indica, es un homenaje a uno de los grandes sabios y pensadores que tuvo China y puede que el mundo. Su filosofía ha sido tan venerada durante siglos, que ha pasado a formar parte de una religión: el confucianismo. Este dogma, compuesto por unas doctrinas morales y religiosas, son de mucha importancia en China, Corea, Japón y Vietnam.

Este templo, es sencillo. Con varias salas que van explicando la historia de este personaje en el pasado. Todo está extremadamente cuidado y el recorrido es entretenido. Podemos escuchar los instrumentos más clásicos de Asia, escribir caligrafía China o sencillamente dejarnos llevar por la tranquilidad que emana.

Para los amantes de Confuncio, o para la gente que ame China, no debería perder la oportunidad de una visita.

Los dos templos son gratuitos y la forma más rápida de llegar es en metro, bajándonos en la estación de Yuanshan.

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Longshan Temple
Es para muchos el templo estrella de la capital. Difiero. Es bonito y el continuo flujo de gente, hace pensar que es el más visitado, tanto por los taiwaneses, como por turistas. Es recomendable ir cuando anochece, para verlo de día y de noche. Mucho más interesante con los farolillos encendidos, no negaré que es precioso, pero muchos dejan en la palestra a otros igual o más imponentes en todos los aspectos. Debido a su inmejorable situación, es digno merecedor de ser el número uno en todas las guías de viajes. Su proximidad al mercado nocturno es un buen golpe de efecto para atrapar a todos los extranjeros que pueda.

Su construcción data del año 1738 y ha sido destruido varias veces por tifones y guerras. Siempre ha sido levantado de nuevo, conservando ese estilo importado desde el sur de China por los colonos.

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Huaxi Street Tourist Nightmarket
Agarraros bien, porque probablemente sea el mejor mercado nocturno que hay en Taipéi. Comidas de todo tipo darán alas a vuestros paladares. Si vais con hambre, quedaréis servidos entre cientos de puestecitos ambulantes,  echando humo de sus freidoras. Aquí de que lo sabroso es insano, se cumple a rajatabla. Si accedéis a la parte cubierta, encontraréis tiendas de regalos y restaurantes donde probar la serpiente.

Una hora debería ser suficiente para conocerlo. Aunque el mercado de Shilin es más grande, en éste, la oferta gastronómica, es tan abrumadora, que os costará elegir un buen plato para saciar todos vuestros deseos de comer. Para los amantes de la cocina asiática, es por supuesto, un imprescindible.

Su cercana ubicación al templo de Longshan, hace que llegar desde cualquier punto de la ciudad, sea sencillo y barato.

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Ximending
Imposible no comparar el Pedestrian Mall, con el Shibuya de Tokio. De hecho, lo denominan el Shibuya taiwanés. Ni que decir tiene que el de Japón cuenta con una fama merecidísima y le pasa de largo a este paso peatonal. Pero hablemos de lo que hay en sus calles. Quizás por ahí, Tokio quede algo en la retaguardia y Taipéi le tome la delantera.

Si algo me decepcionó de Shibuya, fue la falta de vida una vez acabada su zona más conocida. Puede que Japón me hubiera acostumbrado a sorprenderme cada vez más, en cada ciudad que paraba, y por eso, verlo, fue como decir, vale, pero me voy a otra zona que es mucho mejor. En el de Ximending, la cosa se va animando a medida que vamos cruzando calles, hasta convertir el agradable paseo, en una aventura urbana divertida. Con vida por todos sus rincones, con jóvenes comiendo en las calles, cines que suben el estatus del séptimo arte un escalón más, con tiendas cegadoramente iluminadas, es imposible pasar indiferente por toda esta vasta e intrincada zona.

Ximending, es una zona perfecta para cenar y probar los platos de cocinas internacionales. Aquí, el abanico gastronómico, es tan enorme, que sería de locos pensar que durante una semana de estancia, nos llevaremos un claro concepto de lo que significa en Taiwán la cocina. Si tuviera que escribir un artículo sobre tal tema, necesitaría varias semanas para realizarlo, empezando por la rareza de sus nombres, la imposible comunicación con los cocineros y la infinita cantidad de platos que podemos encontrar.

Para llegar, hay que bajarse en la parada de metro de Ximen y sólo debemos dejarnos guiar por las luces. Lo mejor, es dejar la guía en el bolsillo y arrastrar nuestros pies, donde el instinto nos guie.

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Rascacielos Taipéi 101
Desde un punto de vista objetivo, Taipéi es impresionante. No hace falta ser ingeniero para darse cuenta de las maravillas que llevan construyendo esta gente hace ya varias décadas. Hoy la visita, se ha enfocado en el edificio más alto del país, el  Taipei 101. Enorme y sofisticado, ha sido diseñado en forma de caña de bambú para dar un efecto óptico flexible, mezclando el carácter chino con el taiwanés. El número de módulos por el que está formado, son ocho, número de prosperidad. El colosal trabajo, tardó en culminarse, cinco años desde su comienzo. Viendo el resultado final, resulta casi imposible creerlo.

Su inauguración quedó patentada como el edificio más alto del mundo con 508 metros en el 2005, quitándole el honor a las hermosas Torres Petronas de 452 metros, en Malasia. Este título casi enfermizo por poseer cualquier nación, le duró un suspiro, siendo superado de largo por el imponente y exagerado Burj Khalifa de 828 metros de altura. Pero es que en estos últimos once años, hasta cinco construcciones han superado al 101, situándolo en sexto lugar.

No obstante, hay que mencionar, que posee el ascensor más rápido del planeta, entrando incluso en el libro Guinness, con una velocidad de 16,83 metros por segundo. Subir, dura un suspiro, mientras tus oídos notan que la presión atmosférica disminuye drásticamente.

Si fueran pocos los datos que os he dado, debéis saber, que está también equipado con un sistema amortiguador de masa pasivo adaptativo, para protegerlo del fuerte viento. En el piso 88, podremos ver esta enorme esfera de 660 toneladas, siendo de nuevo la mayor del mundo. Además, la estructura está según sus ingenieros, diseñada para aguantar terremotos de un siete en la escala de Richter. El número de plantas (101), están hechas a conciencia, para simbolizar la entrada en el nuevo milenio. Todo cobra un sentido cuando en Asia, nos preguntamos el porqué de las cosas.

Otra mención digna de ser recordada, es que se lo han trabajado tanto, que es el rascacielos más ecológico del mundo. Para los más ecologistas,  y os enferme el asfalto, por ahí, hay algunos arquitectos e ingenieros,  que tratan de poner freno a los hostiles caprichos del hombre, aunque viendo la cantidad de multinacionales que trabajan entre sus cimientos, suene a burla todo esto.

La entrada cuesta 250 TWD (18 Euros). No es para nada caro, comparándolo con otros monstruos de la ingeniería en los que he estado y casi me extirpan un riñón por subir. Realizado el pago, podrás acceder al piso 89 y de allí al 91 o bajar al 88 para ver la gigantesca esfera. El mejor mirador, sin duda alguna es el de la planta 89, con grandes cristales y accesible a las vistas en 360 grados. La sensación de vértigo es muy real. Entre la ventana y tú, no hay barandas, no hay rejas, absolutamente nada. Esta sensación no la he vivido en ningún rascacielos que haya visitado. Por eso y aunque os de pereza pagar 18 Euros, es un indispensable que deberíais poner en vuestra agenda. No hace falta que os diga, que las vistas son espectaculares, viendo lo enorme que llega a ser Taipéi y lo alto que realmente se encuentra el 101. Lo curioso, es que no te das cuenta de ello hasta que te plantas allí y subes arriba.

Imposible fotografiarlo desde la base.. Deberéis alejaros unos cientos de metros para que el encuadre en vuestra cámara actúe decentemente.

Abajo, encontraremos restaurantes y un enorme centro comercial. Las comidas son algo más caras que en la calle, pero son platos decentes y la diferencia no es tan abismal. Si recorremos toda aquella zona, sería una buena idea hacerla de noche. Yo la he realizado de día y de noche.

El modo de llegar, es por la línea roja, la estación de Taipéi 101. Al bajar, una salida nos llevará hasta la misma base.

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Colina de las cuatro bestias
Tan imprescindible es subir al 101, como lo es venir a esta preciosa colina, denominada: Las cuatro bestias. Dejaros de buscar el significado e intentad subir por el camino del elefante, que es el más sencillo y más aprovechable para tener acceso a unos miradores del Taipéi 101 inmejorables.

Las escaleras son muy empinadas. Hacerlo en verano, no debe de ser una buena idea. Pero en invierno, la mejor hora es al atardecer. Cientos de personas tendrán la misma idea que vosotros. Esperad a que se vayan. Sobre las 18.00 horas, la cosa se calma. Llevad agua. Son unos 30 minutos hasta la cumbre.

La parada de metro es Xiangshan, en la línea roja. Si vais sobrados de tiempo, podéis ir caminando desde el 101. Apenas se tarda una media hora.

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Taipéi Centro
Como ocurre muchas veces, por casualidades de la vida mientras viajamos, he decidido bajar en la calle Zongxiao E. Road, ya que he visto mucho movimiento. Después de la excursión de hoy, lo lógico era pensar que un descanso era el siguiente paso. Pero no. Las luces de cientos de carteles me han puesto en alarma y sabía que en las trastiendas de esas calles, se debían cocer cosas muy interesantes.

Lo que nos puede chocar, de hecho lo había descartado desde un principio, es que esta zona, podría estar fuera de tono en todos los aspectos. Tiendas de las franquicias más importantes del mundo comercial, anuncian sus nuevas colecciones a ritmo de una Taipéi que no descansa, que te abraza para ahogarte entre sus brazos sin dejarte ir tranquilo a dormir porque quieres más en cada esquina de lo que has visto.

He quedado impactado, como entre bastidores, en las callejuelas paralelas a la gran calle de Zongxiao, se movía un universo paralelo, una réplica comercial bajada de precio y subida de belleza, sin llegar a ser tan presuntuosa como las grandes marcas mundiales. Los bares musicales, las cafeterías con un gusto exquisito por la originalidad, las pequeñas tiendas de ropa, en a menudo callejones imposibles de encontrar, van chocando delante nuestro mientras vamos avanzando. Todo un desfile para la vista y el olfato. Los puestecitos esquineros haciendo ventas de las suyas, con el aceite recalentado, van llenando la caja al mismo ritmo que los estómagos de los taiwaneses.

Esto es sencillamente la Asia que todos buscamos y que anhelamos cuando no nos encontramos en ella.

Pero no todo era lo que se veía. Debías caminar y mucho. De hecho, cuatro horas han sido necesarias para explorar toda la zona e ir de un lado a otro sin perder ni un ángulo muerto. Aun así, estoy seguro que detrás de esos callejones, habrían otros cientos más, dando por satisfecha mi pregunta de por qué eran tan gordos los libros que hablaban sobre Taipéi.

Siguiendo la gran avenida, desde Shandad Temple a Zhongxiao Fuxin, nos encontraremos con el barrio de la electrónica. Si en Tokio fue una decepción, aquí las cosas son más serias. Las tiendas retumban entre su música, los centros comerciales con apariencia vanguardista, dejarán a más de un viajero con la boca abierta. La cantidad de gente que se mueve por Xinsheng, es desorbitada y si no andamos con cuidado, como un presente, puede que nos quedemos embobados mirando en las televisiones, videojuegos que jamás veremos en una Europa que se las da de moderna, siendo una pata de gallo en un mundo que avanza más rápido que ellos.

Definitivamente me ha sorprendido las enormes manzanas que hacen del Centro de Taipéi (Central Taipei), un imprescindible para los amantes de las ciudades futuristas.

Para llegar, el metro de la línea azul os dejará en la gran Avenida. Podéis bajar en Shandao Temple y hacerlo dirección este, o bajar en  Zhongxiao Dunhua y recorrerlo en sentido oeste. Sea cual sea vuestra elección, aseguraros de mirar por ambos lados de las calles traseras para no perderos ningún detalle de la auténtica vida en las calles de Taiwán.

Yongle Market – Shuanglian
Una vez comprados los regalos, hemos dirigido los pasos a la Vieja Taipéi. La combinación para llegar en metro es algo complicada, porque hay que caminar bastante hasta llegar al Yongle Market. Si nos bajamos Shuanglian, debemos coger y dirigirnos dirección al río. Puede que en media hora nos plantemos en uno de los lugares que no podéis perderos. Este mercado es gigantesco y no es el típico complejo donde todo anda recogido, sino que son varias manzanas llenas de vida, llenas de tiendas con dulces, comida y artículos asiáticos. El turismo escasea y los edificios, parecen sacados de otras épocas pasadas, donde algún día vistieron colores inmaculados, pero que ahora, dan ese aire decrépito de la dejadez, sin perder ni un ápice de encanto. No sé el motivo, pero me recordó a una Singapur antigua sin baños de tecnologías y mega-construcciones. Creo que una vuelta por esta vasta zona es de carácter obligatorio. Su templo dorado, famoso pero minúsculo, es frecuentado por cientos de personas, quedándose en la misma calle para dar sus ofrendas y poner sus inciensos en las gigantescas chimeneas que no paran de echar humo durante todo el día.

Dejad la guía en vuestra mochila e id observando todas las calles. Es un buen lugar para comer, comprar medicinas chinas y aperitivos tan extraños como impronunciables.

 

ALREDEDORES

Muchas dudas os asaltarán si el tiempo os va pisando los talones. Puede que Taipéi os pille desprevenidos y la subestiméis antes de visitarla. Podemos estar perfectamente una semana descubriendo cosas nuevas, apenas dejando tiempo para salir a buscar nuevos destinos. Pero aquí os dejo unos puntos que no deberíais perderos en vuestra ruta por Taiwán:

-Pingxi: Si coincidimos con el festival de los farolillos en Febrero, es una experiencia comparable a la de Hiroshima en Agosto.

-Yehliu: Imprescindible en todos los aspectos, debido a su corta distancia desde Taipéi. Esta esculpida costa, es tan bella que no es de extrañar que sea uno de los lugares más visitados por los taiwaneses.

-Jiufen: Ubicado al noroeste de Taipéi, esta encantadora localidad, detiene el tiempo entre farolillos repartidos por sus intrincadas callejuelas. Es uno de los puntos más bellos de la costa y un reclamo para todos los turistas. La noche embellece el ambiente, convirtiéndolo en otro imprescindible de los alrededores de la capital.

-Lago del Sol y la Luna: Sí. Queda lejos, pero podemos desde la capital organizar una excursión mediante agencias de viajes y descubrir la superficie de agua más grande de la isla. Los atardeceres prometen buenas fotografías aunque la masificación también está asegurada.

Otros quince lugares imprescindibles para descubrir la belleza de Taiwán:

https://www.skyscanner.es/noticias/las-15-mejores-cosas-que-ver-en-taiwan

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