A una hora de la capital Checa, podemos encontrar uno de los cientos de guetos que los Nazis fueron plantando por toda Europa. Terezín, es un pueblo amurallado, ideal para contener a prisioneros y someterlos a todo tipo de atrocidades. A escasos minutos del principal gueto, encontramos la prision de la Gestapo, donde los Alemanes de las SS, torturaban y aniquilaban a posibles rebeldes, enemigos o sencillamente sospechosos sin fundamento alguno.
Hoy reconvertido en un lugar de recordatorio a las víctimas, podemos pasear por sus calles empapadas de silencio.
El gueto fue víctima de un embuste. Hitler, quiso dejar claro ante la mirada de todo el mundo, que los judíos eran enviados aquí para separarlos de una guerra que nada tenía que ver con ellos. Mandó filmar un documental, donde se veían jugando a pelota, sonriendo y comiendo sanamente. Era un montaje perfecto para tener controlada a la opinión pública que como tristemente sabemos en la actualidad, poco le importó posteriormente tomando la decisión del exterminio total.
Este gueto, fue simplemente una parada hacia Auschwitz, aunque murieron miles de personas entre sus muros.