Después de visitar la fascinante Osaka, puse rumbo a Takayama en el distrito de Hida. Salía del caos ordenado de las mega ciudades para meterme de lleno en el corazón de los Alpes Japoneses. Mi idea de acabar mi viaje recorriendo los picos más elevados de Japón, se desvaneció, porque quería llegar a Kanazawa, no sin antes descubrir este importante pueblo venido a más industrialmente pero restando algo de su supuesta magia en el pasado.
El camino desde Osaka, nos ha hecho hacer transbordo en Nagoya. A partir de ahí, el camino por tren ha resultado ser, uno de los mejores trayectos que he realizado por todo el país. Los paisajes de los ríos fluyendo bajo la supervisión de imponentes montañas, era acompasado por encantadores pueblecitos que nada tienen que ver con el concepto de modernidad del que presume el país nipón. Una vuelta más a la tuerca en este fantástico viaje, el poder descubrir que Japón abarca tanta variedad arquitectónica como cultural.
Llegar a Takayama, en un principio ha sido decepcionante. Su periferia industrializada, con enormes naves, carreteras anchas con vehículos circulando continuamente, hacen engañosamente creer que nos hemos equivocado. Pero para conocer a esta ciudad, hace falta invadir el centro histórico. Mi hostal elegido ha resultado ser una maravilla. Situado a escasos metros de la aldea turística Hida, la camaradería entre mochileros era continua. Puede que haya sido el lugar, donde la complicidad ha estallado por primera vez en todo el viaje. Si me quejaba de la frialdad entre viajeros occidentales en Kioto, Osaka e Hiroshima, parece que los días que uno emplea en llegar a Takayama , hace abrirse más a los viajeros y las conversaciones en el comedor de las diferentes nacionalidades ha resultado enriquecedora y fluida. También reconozcamos que yo utilicé hoteles de negocios donde la impersonalidad abunda en todos los pasillos, para beneficiarme de lo práctico.
Qué hacer en Takayama
Takayama, es perfecta para recorrerla en bicicleta o a pie. Desde mi hostal, la bicicleta ha sido el medio elegido, pudiendo recorrer sus cómodas calles con una tranquilidad pasmosa.
- El centro urbano, llamado Sanmachi Suji. Con casas tradicionales, este barrio antiguo compuesto por tres calles, puede que sea uno de los más bonitos de Japón. Las tiendas de regalos, vienen acompañadas por las destilerías de sake, tan típicas e imprescindibles de ver. Algunas abren sus puertas en Enero, el resto del año, sólo podremos comprar licores sin ver lo que hay tras los bastidores.
- Los mercados matutinos. No hace falta madrugar mucho para ponerte en sintonía con la vida comercial de esta ciudad. Los mercados que montan cada mañana paralelos al río Miya-gawa, son todo un reclamo para turistas y residentes.
- Aldea Tradicional de Hida, llamada Hida-no-Sato. En apenas diez minutos desde el centro urbano, podemos visitar esta amplia aldea, desmantelada desde diferentes zonas de la región y montadas en este remanso de paz. Es un claro ejemplo de cómo eran las auténticas construcciones, uniéndolo todo para dar al turista un toque comercial, pero que deja ver toda su belleza. Puede que vayamos a Shirakawa-go, pero no estaría de más darse una vuelta por este encantador lugar a un tiro de Takayama.
- Recorrer las afueras, como el barrio y parque llamados Teramachi y Shiroyama-Koen. Puede que no sea apto para débiles y los pedales pesen incluso más que las piernas en las fuertes subidas. Pero es un hecho que esta zona algo alejada de las miradas turísticas, sea un buen intento para indagar un poco más en la Takayama más íntima y conocer a otros viajeros que indagan un poco más que el resto.
- Pasear por la noche. Una vez quedan cerradas las tiendas, los visitantes espontáneos desaparecen. Aquí entra en juego, una ciudad dormida y acompañada por toriis y farolillos iluminando senderos que llevan a algún templo escondido. Takayama de noche, resulta encantadora.
- Museos. De todos los gustos, sólo nos quedará elegir cuál se adaptará a nuestras prioridades. Museo Folclórico Fujii, Museo de Arqueología de Hida, Museo de Artesanía Tradicional, Museo de Historia y arte de Takayama y muchos más.
A tener en cuenta
Probar la cocina de Takayama, debe ser una prioridad para vosotros. Desde la archiconocida Carne de Kobe a la ternera de Hida. Ambas elecciones son brutales descubrimientos para vuestro paladar.
El festival Takayama Matsuri, es uno de los eventos más importantes del país. Se celebra en dos fechas: la primera el 14 y 15 de abril, donde una docena de carrozas decoradas con madera, recorren las diurnas calles de la ciudad y por la noche todo cambia inundándose el ambiente de farolillos, evocando la imagen que me quedó de mi paso por la fascinante Nara. La segunda fecha, es el 9 y 10 de octubre y es un acontecimiento parecido al primero, pero a menor escala.
Dónde dormir
El abanico de posibilidades es extenso, pero haré hincapié donde estuve hospedado. El Sakura Guest House. Un hostal donde poder dormir en habitación privada o compartida. Su situación queda cerca de la aldea Hida, y a un kilómetro del centro. Los precios en Takayama son muy dispares y nos veremos obligados a coger hostales, ya que los hoteles y Ryokans (casa tradicional japonesa), se van de la mano económicamente.
¿Cuantos días necesitas?
Depende de tu viaje en conjunto. Si tu visita a Takayama es de paso a los Alpes Japoneses, con dos días es más que suficiente. Yo me dirigía a Kanazawa y estuve un par de noches, suficientes para ver lo más fundamental. Emplear más tiempo, no creo que sea necesario.
Ir a Shirakawa-go
Muy fácil. Un autobús desde Takayama con la Nohi Bus Company, te deja en cincuenta minutos en la aldea más famosa y turística de los Alpes Japoneses.
Visitar los Alpes Japoneses
Centrar vuestro viaje en los Alpes Japoneses, puede resultar un error. No digo que no merezcan la atención de los viajeros. Son preciosos y los pueblos tan bonitos que dejan en jaque a menudo otros lugares más conocidos. Lugares como Magome, Tsumago y Kamikochi entre otros muchos, necesitan de varios días para hacerlo con un mínimo de lógica. El precio aquí, se multiplica por dos. Es una zona cara y en verano, los hostales se llenan, dejando paso a hoteles a menudo imposibles para viajeros independientes.
Mi viaje por Japón, quedó como un reconocimiento de todo lo más importante. Llegado a la zona alpina, me di cuenta que debía contar con otro futuro viaje para poder ver esta región famosa por su belleza.
Mi consejo, es que centréis todos vuestros esfuerzos si es vuestro primer viaje, en el itinerario que os dejé y puede que en un segundo, debáis dejar vuestras mochilas aparcadas más días y darle una oportunidad a este paraíso montañoso que resulta incomparable frente a muchos lugares de Japón.