Permitidme brevemente empezar esta serie de entradas sobre la capital catalana evocando algunos nombres que creo imprescindibles para sumergirse y entender lo que es la actual Barcelona.
En gran medida porque forman parte de esa ciudad más literaria (la cual iremos descubriendo en sucesivos posts), que sirvió como telón de fondo a Manuel Vázquez Montalban, George Orwell, Mercè Rodoreda o al mismísimo Cervantes. Virtud o circunstacia que ha hecho de Barcelona una ciudad cosmopolita y siempre abierta al mundo.

Paseo de Gracia
ANTONIO RABINAD
Antonio Rabinad fue un prolífico escritor barcelonés que inspiro a Vicente Aranda la famosa película Libertarias. Acostumbraba a verlo los domingos en su parada de libros en el mercat de Sant Antoni, rodeado de libros de Charles Bukowski, Celine o Scott Fitgerald. Precía un hombre de la antigua usanza, nada afrancesado. Su gorra y su pipa rezumaban salitre de la Barceloneta. No parecia propenso a las risas y una de las últimas palabras que crucé con él fueron sobre Bukowski: «Es lo único que leo». Aquél día compré su libro ‘Marco en el sueño’. Antonio Rabinad murió en 2009.
ISABEL NUÑEZ
Tardé bastante en leer ‘Mis postales de Barcelona’ de Isabel Nuñez, paralizado por el miedo de viajar a la ciudad donde nací. En el fondo cada viaje que emprendemos es un viaje interior (que se lo digan sino al Principito), y sabía que aquel viaje me llevaba a una Barcelona ya desaparecida o convaleciente. Algo así como una de las ciudadades invisibles de Italo Calvino. La Barcelona de mi infancia. La de ir los domingos al rompeolas, tomar un cacaolat y un bikini en la cervezería Moritz del Paralelo o recoger a mi madre (en el Ford Fiesta amarillo de mi padre) en la antigua central de FECSA en plaza Cataluña. Isabel Nuñez murió en 2012.
EMPEZANDO POR LAS RAMBLAS
Al viajero no le va resultar difícil encontrar vestigios de esa Barcelona más literaria, costumista, revolucionaria o misteriosa. Es cuestión de buscar. Sus edificios más emblematicos son libros de piedra. Como decía el filósofo Schopenhauer ‘música congelada’. Si no nos dejamos arrastrar por la marea de turistas que desfilan en uniforme por delante de los escaparates de las tiendas más VIP (Hugo Boss, Channel, Givenchy, Adolfo Dominguez…) de Paseo de Gracia, podemos bajar por Las Ramblas, comer en Els Quatre Gats, pasar por el edificio de formas orientales donde se ubica la Casa dels Paraïgues (alzad un poco la vista para ver su fabuloso dragón chino) o bajar hacia Plaza Real pasando por el famoso Liceu, antiguo símbolo de la burguesia catalana.

Las Ramblas
Barcelona ofrece al viajero una gastronómia de lo más variada, un circuito dedicado al arte contemporáneo a través de galerias y museos, los mejores festivales de música de toda Europa y un patrimonio histórico rico en matices. Espero que vayamos redescubriendo juntos Barcelona.
Quede reflejado aquí mi homenaje y recuerdo a tantos/as autores/as que siguen haciendo de Barcelona uno de los paisajes más sugerentes de la Europa de S.XXI.