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Hablar del Norte de Islandia queda en un segundo plano cuando la gente se plantea un viaje corto por un país que no deja de ser caro y en verano, puede aborrecer a los menos previsores o a los viajeros más espontáneos, ya que la preparación que exige este país en temporada alta puede resultar abrumadora, obligando a reservar hoteles, caravanas y coches a unos seis meses vista.

Debería hacer hincapié en que tuve la “suerte” de poder viajar en temporada alta, pero debido a la pandemia mundial, Islandia quedó vacía. Pese a esto, fui consciente que, durante todo mi viaje, la Zona del Sur era la elegida por la mayoría de los viajeros, dejando a un lado, las partes más alejadas como el Norte, donde uno debe empeñar más tiempo en realizar el viaje.

Consciente de ello, me atrevería a afirmar, que cuando las cosas vuelvan a la normalidad, todavía será posible moverse en verano con cierta soltura y menos preparación previa en diversos lugares como el Norte o los Fiordos del Oeste, dejando El Sur y el Este más atados previamente desde nuestro país de origen.


NORTE DE ISLANDIA

El Norte no sólo ofrece algo diferente, y no es que lo visto hasta ahora haya sido normalito, todo lo contrario, Islandia me ha atrapado desde que puse los pies en su encantadora capital Reikiavik. El Sur ha llegado a ser tan completo, tan espectacular que su gran fama entre viajeros, bien se la ha ganado a pulso. El Este, otra joya por explorar más detenidamente, ha llegado a dejar recuerdos de paisajes encantadoramente desamparados, carreteras vertiginosas con abismales caídas y unos gigantescos fiordos, culminando una ruta intachable.

Ahora, ya preparado para sondear el Norte, mi idea en un principio algo difusa sobre los puntos que quería ver, empezó a disiparse a medida que iba llegando a ciertos sitios que sí debían ser de obligada visita. Marcarse un objetivo diario en este país siendo verano, llega a convertirse en una broma, ya que las jornadas de luz son larguísimas y jamás tuve la sensación de estar tan cansado como para no ir a un último lugar señalado en mi mapa.

Pero ¿Dónde empieza el Norte?

Partamos de Seyðisfjörður, que es donde nosotros pasamos la última noche, y digamos que fue el último punto de la Ruta por el Este y cojamos de nuevo la carretera de circunvalación o la que es conocida como la Hringvegur, fácilmente visible en cualquier mapa, siendo ésta la que rodea todo el país en casi un perfecto círculo.

A partir de aquí, sentarse y dejarse llevar por el paisaje dejará de ser algo usual, para reinventarse y acabar siendo todo un descubrimiento, asombrándonos, no sólo por la grandeza y la belleza, sino porque nos veremos irremediablemente engullidos en el mismo gaznate de la Naturaleza. Insisto y resalto que el Norte y sus cambiantes paisajes, harán que nuestro viaje por Islandia, tomen unas dimensiones tan colosales que olvidaremos casi por completo nuestro paso anterior por el Sur y el Este.

Así, que abrochémonos bien el cinturón de nuestro coche y preparémonos, porque vienen los mejores momentos del viaje, unos momentos, que combinados con el resto de nuestra ruta, hará que Islandia, no sólo nos abra la puerta del conocimiento al contacto directo con lo salvaje, sino que nos hará adentrarnos tanto en sus horizontes, que perderemos la noción del tiempo por completo.

 


PUNTOS IMPRESCIDIBLES DEL NORTE

Marcarse unos objetivos principales, estarían bien. Usar ciertas ciudades como campo base para ir visitando lo más importante, no es una mala idea, aunque nosotros hemos ido durmiendo cada noche durante todo el viaje en un lugar distinto. Planificar el Norte, no es tan complicado como el Sur, ya que la demanda es menor, aunque la oferta sea escasa, en proporción queda compensada.

Como he ido haciendo en los anteriores artículos, los lugares que he puesto, no están en orden de preferencias, sino que están ordenados en base a la ruta. Lo lógico sería que los hicierais en el orden que están.


1- DETTIFOSS

Aficionado al universo cinematográfico de Alien, en una de sus últimas películas, Prometheus, al inicio de la película, vemos unos paisajes espectaculares, con un peculiar personaje en unas enormes cascadas. Deltifoss fue el escenario de tan recordada escena y la tenía bien enfilada cuando puse la directa en mi ruta por el Norte. Desde el pueblo de Seyðisfjörður a la parte Oeste de Dettifoss, tenemos 186 kilómetros, que se pueden hacer en unas dos horas y media, aunque tardaremos una hora más, viendo como un telón mágico se levanta a medida que vamos haciendo carretera, mostrando parajes realmente sorprendentes y merecedores de numerosas paradas para observar, fotografiar o admirar en silencio.

Destacar que hay dos accesos. Uno hecho para los turistas que van a granel en la parte Oeste y otro más difícil debido a las malas condiciones de la carretera en la parte Este.

Empezaremos por el punto para mí imprescindible, el de la parte Este. Llegar es sencillo guiándose por Google Maps, que por lógica, si venimos desde el Este es el primer desvío a mano derecha cogiendo la carretera 864 donde indica claramente el nombre de Dettifoss.

La asfaltada carretera se convierte en un tortuoso camino de 32 kilómetros de gravilla donde el volante llega a vibrar de forma escandalosa. La prudencia en este tramo es fundamental, ya que es bien largo pero la recompensa final no tiene desperdicio.

Una vez hemos llegado,  podremos aparcar sin pago y con espacio de sobras. Caminar hasta la caída ya es toda una aventura. Sentarse en las mismas rocas donde veíamos esa escena cinematográfica, acaba convirtiéndose en toda una realidad y la fuerza, el caudal y el rugir del río, hace estremecer a cualquier mortal.

Si hemos llegado a la parte Este del Dettifoss, prepararos para caminar unos cuarenta minutos siguiendo el sendero río arriba, porque encontraremos las cascadas de Selfoss. No ir, es un pecado. Mientras las otras son gigantescas y caudalosas, éstas se dividen en varios saltos de agua. Son impresionantes y puede que las más bonitas de todo Islandia.

La parte Oeste de Dettifoss, es muchísimo más accesible con coche y el desvío que debemos tomar está más adelante de la carretera principal 1, cogiendo la 862, mucho más cómoda que la anterior ruta Este. El mirador, bien montado para acoger a turistas de todas las edades, deja mucho que desear, pero el camino hasta Selfoss es más cómodo, aunque las vistas son de menor impacto. Si queremos bajar a la base de la catarata, os aconsejo que llevéis un buen chubasquero.


2- REGIÓN DE MYVATN

Myvatn, en islandés significa mosca. Por lo que este lugar, se llama sencillamente el Lago de las moscas. Razón no les voy a quitar a quien bautizara a tal lugar, porque moscas hay a millones durante el día, mientras que cuando la noche cae, como por arte de magia, desaparecen.

Puede que Myvatn al principio no despierte las inquietudes del viajero, debido a los molestos insectos y al casi insoportable olor del azufre, envolviendo todo el ambiente, pero debemos sí o sí darle la oportunidad que se merece, porque en sus alrededores podremos descubrir lugares tan sorprendentes como inolvidables y por si fuera poco, aquí encontraremos buenos baños termales.

Lo que hace tan especial a Myvatn, es la cantidad de puntos de interés que tiene en apenas treinta kilómetros a la redonda, y si hemos decidido venir aquí, olvidaos de coger sólo una noche, dedicadle tres días para poder disfrutar de sus tesoros que no son pocos.

Conocido por su fuerte actividad geológica, con muchísima actividad sísmica, sus secretos a descubrir, no requieren grandes esfuerzos y veremos que desde un punto a otro, apenas invertiremos tiempo en el coche, haciendo que nuestras jornadas se estiren y hagamos más excursiones de las que al principio podríamos tener programadas.

Hablar de esta Zona, llega a ser extenso debido a tantas atracciones por lo que si quieres saber qué no debes perderte, sígueme en mi artículo dedicado a la región de Myvatn.

Qué no debemos perdernos de la Región de Myvatn


3-GODAFOSS

Tres cascadas son las más famosas y fotografiadas del país. Una la mencionaba en mi artículo del Sur de Islandia llamada Skógafoss. La otra, que podéis leer como el primer punto de esta crónica y ahora le toca el turno a Godafoss o conocida también como la cascada de los Dioses.

Tan fácil de ver desde la carretera viniendo tanto desde el Este como del Oeste, que pasarla por alto es imposible. Sus caminos en ambos lados del río, te llevan a las rompientes y los aparcamientos gratuitos también los encontramos en ambos extremos.

Aquí elegir qué lado andar para poder contemplar este espectáculo es difícil y para recorrer tanto la orilla Este como la Oeste, no hace falta desempeñar mucho tiempo, por lo que es totalmente recomendable hacer ambas, no superando en ningún caso más de una hora toda la visita.

A destacar que las principales diferencias son que mientras en la parte Oeste podremos casi caminar hasta el inicio de los saltos de agua, la parte Este, donde está la gasolinera, podremos bajar a la misma base del río y contemplar las cataratas por completo.

Ir desde un lado a otro, no resulta complicado, habiendo habilitado un puente peatonal por el que cruzar sin más dilaciones.

Si queremos más aventura y no vamos justos de tiempo, recomiendo ir a Aldeyjarfoss, situada a 40 kilómetros al Sur de Godafoss. Coger la carretera 842 y tomar posteriormente el desvío F26 (sólo apto para todoterrenos).

 

4-HÚSAVIK

Clásico entre todos los circuitos organizados por agencias foráneas. Este bonito pueblo pesquero, con sus coloridas casas, sus curiosos museos y su preciosa bahía es muy conocido en los itinerarios más tradicionales.

Una visita sin más al pueblo, diría que no merece la pena, pero su punto estrella, son las salidas en barco para el avistamiento de ballenas. No trataremos de ver un tipo, sino 11, que no son pocos. La efectividad, según sus carteles propagandísticos es del 95%. Habría que tener muy mala suerte para no verlas, pero desgraciadamente el 5% existe.

Durante mis viajes he ido viendo los cetáceos más impresionantes de la fauna marina y quien no lo haya experimentado nunca, debería dejarse caer por aquí y programar una salida.

Opciones las hay a doquier, pero si andamos algo justos de tiempo, siempre podremos programar nuestra excursión desde Akuyeri o el mismo Lago Myvant. Cuatro operadores son los que gestionan las excursiones aunque muchas las agencias son las  que lo venden engrosando un poquito el precio final. Las tarifas oscilan entre los 75 y 85€.

Los horarios son de Junio a Agosto desde las 8:00 a las 20:00. Las mismas agencias te proporcionaran ropa de abrigo, pero deberíamos ir bien preparados. La duración total del tour varía dependiendo del estado del mar, pero ronda las 3 horas.

Llegar es muy sencillo. La forma más habitual de llegar, es desde la Zona de Myvantn en apenas 47 minutos (57 kilómetros), por la carretera 87 y hacer la vuelta por la 845 que nos dejaría a un tiro de piedra de las cataratas de Godafoss.

 


5-AKUREYRI

Punto de parada casi obligatoria por cuestiones logísticas. Pese a su ridículo tamaño, esta ciudad es la más grande y poblada de todo el Norte de Islandia y la segunda de todo el país con 18.000 habitantes.

Después de haber estado varios días en carretera, cruzándonos con aldeas rurales, llegar aquí será de agradecer. En este punto, recargar pilas, relajarse en paseos por la agradable ciudad, poder degustar la buena comida en los bonitos restaurantes y tomarse un buen café en las modernas cafeterías, será una cuestión de instinto viajero que acaba aflorando después de tantos kilómetros sin ver apenas un alma.

Akureyri es un punto estratégico naval muy importante, donde miles de turistas desembarcan en enormes ferris para explorar los fiordos del Norte. La oferta hotelera es amplísima y los precios son más bajos que en el resto del país debido a la gran competencia que hay entre los negocios turísticos, los gastronómicos, y la hospedería.

¿Qué podemos hacer en Akureyri?

En invierno es utilizado de base para cientos de ávidos esquiadores, mientras que también es un punto clave para poder explorar el misterioso Eyjafjördur donde se haya el conocido Strytan, un enorme cono de 55 metros que se alza desde el fondo marino, del que maman chorros de agua caliente. Pero éste no es el único, hay otros más pequeños y encontrar los mejores lugares de todo el país para tener una aventura bajo las misteriosas aguas, es cuestión de elegir una de las múltiples agencias que hay en la ciudad y contratar alguna de sus innumerables actividades.


 

6- PENÍNSULA DE TRÖILASKAGI

Pasada por alto por la mayoría de los viajeros, hablamos de los Fiordos del Norte,  donde los pies de estos enormes valles castigados por antiguos glaciares, mueren en el mismísimo Mar de Groenlandia.  Sus dimensiones, sobrecogen y coger la carretera para rodearlos no es un llegar y triunfar, sino que deberemos tener varias cosas en cuenta.

Para empezar, no nos engañemos por el mapa, llegar y hacer toda la ruta, no es nada sencillo, pero si factible si vamos avisados y conducimos con precaución.

La ruta que os propongo, no sólo hace todos los fiordos del Norte, sino que empiezan y acaban en Akureyri. Es una manera de conocerlo sin perder detalle y no deja por explorar tramos que ni habíamos pensado hacer. Hay que tener en cuenta que pese a que las distancias parezcan cortas, existen durante el trayecto, estrechos túneles que atraviesan los fiordos y que son larguísimos, siendo de uno solo sentido en la mayoría de los tramos, demorando muchísimo tiempo en nuestra ruta.

Si somos sinceros, habría que dedicarle medio día como mínimo aunque es preferible intentar sacar una jornada completa. Yo lo hice en unas seis horas y lo disfruté muchísimo.

 

Ruta recomendada detallada

Salimos de Akureyri, cogiendo la carretera 82 con destino Ölasfsfördur. Allí cogemos la 76 que nos llevará al fiordo Fjallabyggo, donde podremos parar en el apaciguado pueblo pesquero de Siglufjördur y echar una buena pinta en los auténticos bares del pequeño puerto.

Para hacer un círculo e ir bordeando los fiordos, no debemos dejar la carretera 76 y marcarnos como siguiente punto Hofsós, una pequeña aldea donde poder encontrar la que dicen, que es la mejor piscina de todo el país, con vistas a los fiordos.

Seguimos por la 76, hasta darnos de frente con la carretera principal 1 y regresamos a Akureyri.

El tiempo marcado por Googles Maps es de 3 horas 38 minutos con 279 kilómetros por delante sin paradas.

Acordaos de intentar coger el tramo de la carretera 1 de Oeste a Este, cuando regresemos de día. Es un espectáculo. Después de haber quedado atónitos con la grandeza de los fiordos del Norte, seguir alucinando con el camino en un punto como éste, donde no existen referencias en ninguna guía, es propio de Islandia. Preparada para sorprenderte en cualquier momento.

 

 

MÁS PUNTOS A TENER EN CUENTA PARA COMPLETAR EL NORTE

  • Jökulsárgtjúfur: Curiosas cascadas de extrañas e hipnóticas formaciones , situadas más al Norte de las famosas Dettifoss . El camino que nos lleva hasta allí es ya toda una experiencia única.
  • Drangey : Si hay tiempo y le hemos dedicado tiempo al punto 6 de este artículo, intentar llegar esta isla, nos regalará la compañía de miles de aves, entre ellas cientos de los famosos frailecillos.
  • Skagafjördur: Deportes de aventura y el mejor lugar de todo el Norte donde hacer paseos a caballo. La zona es preciosa.

 


 

PONIENDO LOS PUNTOS SOBRE LAS IES.

El viaje finalmente lo dividí en cinco partes. Sur, Este, Norte, Fiordos del Oeste y Península de Snaefellsnes. Llevaba recorridas las tres primeras partes y veía que el viaje no sólo había cogido cuerpo, sino que de por sí, podría haber acabado en el mismísimo Norte y darme por satisfecho de haber conocido Islandia.

El inconformismo, por no decir las ansias y suavizarlo un poco, me llevó desde un principio a llegar fuese como fuese  a los Fiordos del Oeste, a hacer esa parte del país más bien olvidada no sólo por las agencias internacionales, sino algo marginada incluso por las locales. El motivo no llegué a entenderlo muy bien.

El Norte, no sólo me cautivó, sino que acabé entendiéndolo como una de las partes más importantes de todo el viaje, no sólo por la variedad y la diferencia entre las otras zonas realizadas, sino que fue el trozo de mi viaje, donde las entrañas de la Tierra, decidieron dejarse ver, dejarse sentir. Entre parajes de una belleza dura pero pura, condiciones extremas, vientos asesinos, ríos escandalosos, cascadas imposibles y montañas superpuestas aprisionando el horizonte, el Norte no sólo se sitúa como un complemento más de un viaje por Islandia, sino que se gana con derecho hasta un viaje independiente de una semana para los que en su pasado no pudieron recorrer este lugar tan maravilloso.

 

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