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Guangzhou, también conocida como Cantón, es una ciudad que a primera vista y con una guía convencional en la mano no parece tener mucho que enseñar. Sin embargo, aparte de los grandes rascacielos hay también en esta ciudad barrios históricos que dan cuenta de la importancia histórica que Guangzhou ha tenido para el país durante siglos. En este artículo se introducirá uno de ellos : el barrio de Liwan. El nombre de Liwan proviene de ‘Lizhiwan’ o ‘Bahía de los lichis’, en referencia a un antiguo poema. Ahora bien, muchos nativos no conocen al barrio por ninguna de estas dos denominaciones, sino que prefieren usar el término antiguo para describir a esta zona : Xiguan. Xiguan se encontraba al oeste de las murallas y era el lugar donde se establecieron las conocidas ‘’Trece fábricas’’, único lugar donde se permitía el comercio legal con el exterior desde el año 1757 hasta el 1842. Por desgracia no quedan restos de ellas en pie hoy en día.
Es también en el barrio de Xiguan donde se establecieron los ingleses y los franceses después de derrotar al ejército imperial chino en la segunda guerra del opio. Concretamente se instalaron en la isla de Shamian, lugar que todavía hoy conserva una multitud de casas coloniales, una oficina de correos y hasta una pequeña iglesia católica.

Parque de Liwan

La villa urbana de Pantang es uno de los lugares más auténticos y tradicionales de Guangzhou.

Para empezar a explorar Liwan, una buena opción es hacerlo desde la estación de metro de Zhongshanba y a continuación buscar la entrada al Parque del Lago de Liwan (荔湾湖公园). Este espacio verde fue construido durante la década de los cincuenta y es uno de los lugares más agradables de la ciudad. Las dos terceras partes del parque de Liwan están formadas por lagos en los que se puede navegar alquilando un barco y relajarse contemplando la belleza del lugar. En el parque de Liwan se reúnen a diario músicos con sus instrumentos tradicionales y hay hasta un espacio donde periódicamente se realizan obras de ópera cantonesa. Sin duda es aquí donde uno puede experimentar la cultura local cantonesa expuesta al público sin ningún ánimo de lucro.

Cuando uno lleva un rato caminando por el parque y llega hasta un puente que cruza el lago principal, se dará cuenta que a sus espaldas se encuentra una pequeña entrada a un barrio antiguo. Se trata de Pantang, un pueblo con más de trescientos años de historia que fue absorbido por la ciudad de Guangzhou y su rápido proceso de urbanización.

Por un momento, en Pantang uno parece volver al pasado rodeado de calles estrechas, gallinas y patos sueltos, peluquerías tradicionales, casas antiguas con las puertas abiertas, eslóganes de la revolución cultural y un ambiente para nada turístico. Es recomendable perderse por sus calles para entender como era la China anterior a los rascacielos y observar el cambio radical que ciudades como Guangzhou han experimentado.

Pantang

Pantang puede cruzarse de un lado a otro por su calle principal, donde se encuentran la mayoría de los diferentes comercios y un mercado que dan vida a esta pequeña localidad. Al final de esta calle nos encontramos con otra de las salidas de la villa al exterior. Es en este lugar donde se encuentra uno de los templos más antiguos de Guangzhou : el templo taoísta de Renwei. El templo de Renwei fue construido durante el siglo Xl y renovado en varias ocasiones posteriores. Se trata de un templo que impone no solo por su tejado en punta cubierto con cerámica tradicional del sur de China , sino también por la sensación de paz y misticismo que se respiran en su interior. Su entrada es gratuita y a menudo es posible ver a monjes taoístas rezando a los dioses, muchas veces a petición de un particular, por una vida saludable, seguridad en el trabajo o buena suerte en los exámenes. El templo de Renwei es sin duda una parada obligatoria en el barrio de Liwan para los interesados en la arquitectura tradicional cantonesa y la religión que creó Lao Zi hace más de dos milenios.

A continuación y siguiendo la misma ruta, uno se encuentra con algunos de los restaurantes cantoneses más populares en esta ciudad. Para los amantes del Dim Sum, la carne de paloma o las gachas, en este lugar se combinan calidad culinaria y precios razonables. Es aquí donde se encuentra también la famosa Bahía de los Lichis. La Bahía de los Lichis es uno de los lugares más pictoréscos del barrio de Liwan. Se trata de un conjunto de edficios tradicionales separados por un canal donde se celebran las carreras para la fiesta del Barco Dragón. También aquí uno puede experimentar diferentes dulces típicos de Liwan o sentarse en una de las cafeterías cerca del canal. Y si tienen suerte hasta pueden encontrarse con un hombre con disfraz de gallo vendiendo frutos secos.

Siguiendo por el mismo camino que nos llevó a la Bahía de los Lichis, nos encontramos con el inicio de la calle Enning Lu. Esta es conocida por sus Qilou, un tipo de arquitectura tradicional del sur de China que data de los inicios del siglo XX. A consecuencia de las guerras del opio, China abrió sus puertas, de manera forzosa, a la cultura occidental. Algunos aprovecharon este primer contacto con occidente para crear e innovar.

Los Qilou son un ejemplo de los nuevos aires que corrían en China con el fin de la dinastía Qing y el advenimiento de la república.

Este tipo de edificios con arcos, ventanas de colores y columnas presentan al visitate una mistura muy interesante de arquitectura china y europea. Esta calle debía haber sido demolida de acuerdo con los planes del gobierno local, pero la presión ejercida por muchos ciudadanos de Guangzhou hizo girar la balanza por el lado de la restauración.

Para los fans de Bruce Lee, hay en esta zona una pequeña casa museo donde la familia de esta leyenda residió durante un tiempo. Para llegar a ella, hay que entrar por una de las callejuelas que se originan en la misma calle de Enning Lu. Una colección de fotos y videos de Bruce Lee son recopiladas en su interior y dan también una idea de como era el interior de una casa de familia modesta en la antigüedad.

En el barrio de Liwan hay también uno de los templos budistas más antiguos y escondidos de la ciudad. Se trata del templo de Hualin, que data del año 520 y que según la leyenda fue establecido por el mismo Bodhidharma, el monje que desde la India introdujo la doctrina de budismo Zen en China. El templo se encuentra en medio del mercado de jade más grande del país y para llegar a el hay que cruzar parte de la ciudad antigua desde la estación de metro de Changshou Lu.

En el interior del templo se encuentran quinientas estatuas que representan a los Arhat, definidos como personas que han alcanzado el nirvana y ganado profundo entendimiento sobre la naturaleza de la existencia humana. Se dice también que uno de estos quinientos Arhat del templo de Hualin representa a la figura de Marco Polo.

En Hualin es común encontrarse con monjes venerando a la figura más importante del templo, el monje hindú Bodhidharma. Además, uno puede comparar un poco las diferencias entre las religiones budista y taoista habiendo visitado anteriormente el templo taoísta de Renwei

Esta es la visita que personalmente les recomiendo hacer en el barrio de Liwan. No he incluido en ella casi ninguno de los lugares más turísticos que encontraran en las guías o en internet. No significa que estos lugares no valgan la pena. Todo al contrario, lo que intento ofrecerles en este artículo es una visita complementaria y alternativa que les hará sentirse más próximos a la cultura local y a la historia de esta ciudad.

Espero que lo disfruten.