Cualquier cosa que pueda contar sobre Las Vegas, quedará en un segundo plano si vais y veis con vuestros propios ojos la que tienen montada allí.
La ciudad del pecado, el lugar favorito de los apostadores y donde el vicio encuentra un lugar donde pasar desapercibido. Todo en Las Vegas se magnifica, la realidad se deforma para tomar un carácter único, de diversión en el mundo, donde todo viajero sea esporádico o no, se divertirá tan solo paseando por sus enormes casinos y hoteles de lujo. Aquí la palabra imposible no tiene cabida.
Una ciudad nacida en pleno desierto, en el que las temperaturas diurnas rozan lo irracional, creando un mundo nocturno, donde el pistoletazo de salida lo puedes poner tú, no sabiendo jamás cuándo llegará el final de la fiesta. Un paraíso para jugadores empedernidos, buscadores de emociones fuertes o simplemente donde los deseos más surrealistas de los seres humanos se pueda llevar a cabo. Clubs nocturnos donde los límites los marca tu billetera. Limusinas recorriendo las calles continuamente, donde jóvenes van montando inolvidables fiestas sobre ruedas. Lugar de encuentros, donde las bodas más horteras, cumplen con buenos balances, los deseos de infancia de muchas novias y por qué no decirlo de novios también.
Olvida todo lo visto en las películas ¿O no? Mejor dicho, recuérdalo, porque mucho tiene que ver lo que acabaremos por vivir en esta sorprendente ciudad irreal . Mesas de Black Jack abarrotadas, cientos de ruletas rifándose la suerte de muchos y mesas donde los dados recorren sin tregua el tapete, para acabar oyendo un grito de alegría o de desesperación. Aquí todas las emociones se pueden juntar en cinco sillas, mirando como la crupier reparte como un robot automatizado, creando unos beneficios tremendos para su casino.
¿Despedidas de solter@s? Olvidaos de todo lo que hayáis vivido. Aquí las cosas toman otra dimensión. Autobuses llenos de alcohol, de kilométricas copas con formas imposibles, de novias a la fuga por una noche y novios haciendo lo que jamás harían en su sano juicio. Porque sí, señores, sí, esto son Las Vegas.
Bares repletos de música en vivo, mientras en la mesa de al lado alguien ha ganado 500 dólares, las conejitas van vendiendo las cajetillas de cigarrillos. Bailarinas de infarto subidas en las barras, donde los más atrevidos miran de soslayo mientras el resto ni se fija. Todo es tan indefinido en las Vegas, que la palabra imposible pasó a mejor vida hace ya unas cuantas décadas.
Lo sexista es lo que se lleva y aunque le pese a más de un@, una cara bonita acaba consiguiendo un buen puesto de trabajo en el casino. Aquí no importa cómo vistamos, todos tenemos nuestro espacio, donde elegantes vestidos desfilan bajo la artificial luz de millones de bombillas. Nadie es más que otro, todos acabamos besando y sucumbiendo al misterioso encanto de la ciudad, no entendiendo porqué todo el mundo, acaba enganchado, a un lugar tan forzado como antinatural.
¿Lo que ocurre en las Vegas, se queda en las Vegas? No. Yo voy a decantarme por no guardármelo y explicaros, qué podemos ver y hacer, aunque por mucho que lo intente, llegaréis allí, e iréis como una peonza de un lugar a otro, atrapados por las luces que orquestan el mayor espectáculo recreativo del planeta.
Atrás quedarán vuestras dudas, si lo que visteis en tantas películas era real o parte de un circo fantástico creado por los directores de cine más alocados. Aquí, se puede decir el tópico, que la realidad a menudo supera la ficción.
10 COSAS QUÉ DEBES VER Y HACER EN LAS VEGAS
Aparentemente puede ser juzgada sin miramientos por los más puristas viajeros como una “ciudad plástico” sin alma. Puede que su espíritu no brille por su bondad, pero esta joven urbe no parece aburrir a nadie, confiriéndole algo único e insólito en el mundo. Nosotros utilizamos tres días de nuestro viaje para recorrer estos 10 puntos y algunos más que pondré como extras.
Recorrerla es sencillo y si nos esmeramos en coger un hotel bien situado, apenas cogeremos el coche para movernos por sus amplias y masificadas avenidas.
Como referencia, siempre cogeremos la Strip Street, conocida oficialmente como Las Vegas Boulevard. No es que se trate de la calle más emblemática, sino que es la que accede, a la mayoría de los Hoteles-Casinos, mega enormes sin apenas desviarnos de su acera. Es la más famosa de todas las calles y perderse es prácticamente imposible. A menudo, resulta más complicado salir de los laberínticos hoteles que circular caminando por la ciudad.
Este enorme boulevard, mide aproximadamente cinco kilómetros. Su comienzo va desde el Norte (y nos sirva de referencia), en la Torre Stratosphere, fácilmente visible desde cualquier punto, hasta el Sur, donde encontraremos el famoso y enorme Hotel Mandalay, cercano al archiconocido cartel de “Welcome to Fabulous Las Vegas”.
A partir de esta referencia, podremos ir visitando los mejores puntos de la ciudad, aunque algunos queden fuera de su rango, la mayoría se concentran a ambos lados de la calle.
1- VISITAR LOS HOTELES. ¿Qué yo he venido a las Vegas para meterme en los hoteles? Sí. Suena extraño, pero es que no hay experiencia más rara y embaucadora que ésta en la ciudad. Si excluimos los grandes hoteles…. ¿Qué nos queda en Las Vegas? De hecho, y diría con toda seguridad, son el alma de la fiesta y sin ellos, nada habría que ver allí. Para no andarnos con líos, os pongo una lista abajo de los que no hay que perderse bajo ningún concepto.
2-FREEMONT STREET. Desaliñada y sin un toque que la caracterice de día, la noche la transforma en algo que no debemos pasar por alto. Es la primera calle que se hizo y el futuro de la actual ciudad, se germinó en esta iluminada y curiosa calle que parece ser, se ha convertido, más en un parque temático que en lo que fue en un pasado. La mafia empezó sus andaduras en este enclave. El Hotel Plaza situado al final, venido a menos a medida que los años han ido pasando, nos transportan a Las Vegas de los años 70. Es para mí un imprescindible para ver cómo fue en el pasado y en lo que se ha convertido ahora toda la ciudad. Los casinos, en decadencia tienen clientela fiel, con apuestas de menos rango. Aquí ciertas costumbres no pierden fuerza y puede que hablemos de la zona más peligrosa de la ciudad cuando la madrugada toca su zénit.
Tenemos un espectáculo de luces a partir de las 18 h, durante cada hora de luces y sonido.
3-LOS CASINOS. ¿Casinos en las Vegas? Lo mismo que preguntarse ¿Agua en el mar?. Si los hoteles son parte de la fiesta, los casinos son los que llevan la economía no sólo de la ciudad, sino de todo el estado de Nevada. Vayamos donde vayamos, en las ciudades o pueblos más pequeños, las máquinas tragaperras y las mesas de apuestas están aseguradas. Pero claro, hablamos de Las Vegas y aquí la cosa se agiganta a unas dimensiones difíciles de asimilar. Con cientos de mesas, el lujo anda mezclado por los apostadores de toda índole. Las carreras de caballos, los partidos de béisbol, rugby y básquet tienen su legado en enormes espacios con centenares de pantallas donde un sillón dará cobijo al paciente apostador para ver si el equipo elegido gana. Verlo justifica todo el viaje. El ambiente que se respira es tan parecido al que hemos mascado en cientos de películas norteamericanas, que nos resultará cómicamente familiar. Sentarte y apostar, ver una partida de blackjack, o mezclarte en una mesa de dados, puede llevarte toda la noche, viendo como la gente disfruta perdiendo o incluso algunas veces, ganando dinero. Sería inconcebible entender a Las Vegas si no tuviera estos casinos tan enormes como sofisticados. El ambiente es realmente bueno y con unas copas de más, la gente se deja llevar, hasta límites insospechados.
4- ESPECTÁCULOS A LA CARTA. Sí. Llegar es ver en los carteles publicitarios a las estrellas más aclamadas del panorama musical, humorístico y estrellas del cine haciendo monólogos estudiados. La magia y un gran Circo du Solei, con unos tintes más atrevidos y eróticos, son los shows más reclamados. Las entradas, fácilmente accesibles a su compra por internet, como en las taquillas de los hoteles, ofrecen descuentos interesantes si preguntamos o indagamos en la página www.lasvegas.com. Los precios, son elevados y la media, ronda los $70.
5-ESPECTÁCULOS GRATUITOS. Los espectáculos mientras damos paseos por la noche, están asegurados. Las gigantescas Fuentes Bellagio a ritmo de música, siguen una coreografía perfecta, acompañada de clásicos desde Frank Sinatra a Michael Jackson, se han convertido en todo un clásico por los visitantes y un momento inolvidable. Otros espectáculos que iremos viendo son el volcán Mirage con fuego y agua, y el Treasure Island, en un lago artificial con barcos de pirata. Hay que informarse bien de los horarios, porque en contra de lo que la gente pueda pensar, no son eventos que los hagan durante todo el día.
6-IR DE COMPRAS. Consumo desmesurado es lo que caracteriza a esta ciudad. Tiendas lujosas bajo el amparo de las cadenas hoteleras, puestos callejeros donde el arte tiene su parcela, gigantescas bebidas, siempre necesarias para seguir avanzando tanto de día como de noche, tiendas de empeños, dignas de ser visitadas con atención como si de un museo se tratara. Si la cosa se pone seria y estáis dispuestos a gastar mucho dinero en marcas muy caras en vuestros países, entonces deberíais pasar por el centro comercial de Las Vegas Premium Outlets, donde los descuentos de estas caras tiendas ofrecen precios realmente atractivos.
7-PRESA HOOVER. Sí, lo sé. No está en Las Vegas, pero situado a 34 millas, en apenas 45 minutos de viaje bajo un desierto abrasador, hacen que esta pequeña excursión sustituya algunas carencias de la ciudad durante las jornadas diurnas, donde se hace imposible pasear por las calles. Esta presa es todo un reclamo turístico y os digo que merece la pena ir a verla. Entra directamente en este Top Ten por méritos propios. Situada entre la frontera de Nevada y Arizona, esta construcción de hormigón, da electricidad a dos estados y es una de las más grandes del mundo. El río colorado es retenido, formando en la parte superior un bello lago, de también obligada visita llamado Lago Mead. Llegar y aparcar es sencillo. Hay que evitar los aparcamientos de pago, pasando de largo y a tan solo 200 metros encontraréis lugar de sobras. Tiene varios miradores fácilmente visibles y accesibles. El puente que cruza por arriba, es una autopista y también deberíamos cruzarlo. Más de un millón de turistas acaban viniendo anualmente, provocando temor al poder encontrarnos un colapso, pero doy fe que fui en agosto y todo fue perfecto. No olvidéis llevar agua. Las breves caminatas se convierten en duros retos debido al calor infernal que se respira por esas latitudes en verano. Si no teneis coche, en una agencia os montarán de un día para otro una salida por apenas $30.
8-LA NORIA DE LAS VEGAS (HIGH ROLLER). Más que un imprescindible, diría que se ha convertido en un típico en cualquier visita coloquial. Enormes gabinas , con capacidad para cuarenta personas, con pantallas de televisión contándote su historia, bajo miles de frigorías escupiendo aire acondicionado para que no te evapores, van dando lentamente una vuelta que podría hacerse eterna pero que solo acaba durando 30 minutos. Su altura de 167,6 metros, le otorgan el título de la más alta del mundo. El elevado precio de $24,95, hará que os lo penséis dos veces antes de subir. Las vistas, debido a la situación, no son lo que uno espera ver. La calle que da acceso, es una de las más animadas que hemos llegado a ver, son bares musicales y casinos, salidos de todo orden y ley, donde el alcohol parece fluir más de la cuenta y las fiestas de jóvenes acaban por contagiar a uno mismo, pasando un buen rato delante de la barra de un bar-casino.
9-VIVIR LA NOCHE. Los clubs más exclusivos de la ciudad, dejan de lado a los casinos por unos momentos y en las mismas terrazas de los restaurantes, hay música en vivo. Cerveza en mano, podemos disfrutar de artistas desconocidos versionando clásicos con ese sabor inconfundible que sólo Estados Unidos sabe dar. Las discotecas de los hoteles, ofrecen fiestas privadas y despedidas de solteros donde mezclarte con ellos, es un verdadero espectáculo. Los casinos cuentan con zonas donde poder cenar, pero lejos queda de los buenos clubs como el Pure en el Caesar´s Palace, el Lax en el Luxor, o terrazas visibles desde la Strip Street, nos indicaran dónde dirigirnos si todo lo anterior se nos queda corto (aunque lo dudo).
10-TORRE STRATOSPHERE. Sin duda alguna el mejor mirador de la ciudad. Esta torre es la más alta de todo el estado de Nevada y su visita es de carácter obligatorio, no sólo por los miradores inclinados debido a las paredes oblicuas, aportando una sensación de vértigo muy palpable, sino por las atracciones que hay en la cima. Son tres: Big Shot, X-scream y Insanity the ride. La primera te catapultará a 50 metros de altura, la segunda (la favorita), es una montaña rusa que te dejará suspendido a 300 metros de altura. La tercera, la más visible desde lejos, es un carrusel, no apto para los que temas las alturas. El precio de la entrada es de $18, pero podemos combinarlo con una, dos o tres atracciones, costando $23, $28 y $33.
Extras según mi criterio:
-EL PRECIO DE LA HISTORIA
Conocido y prestigioso programa donde la gente empeña o vende sus artículo antiguos a una familia de abuelo, padre e hijo. Visitarla es gratis y aunque el tamaño es engañoso visto desde la televisión, esta tiendecita no deja de ser un museo, donde sus antigüedades están a la venta. Puede que no sea de vuestro agrado, pero hay bocetos de Dalí y Picasso, entre muchísimos artículos de precios disparatados. No esperéis encontrar a los dueños, aunque pudiendo aparcar gratis y entrar sin pagar, es todo un aliciente para los fieles seguidores del programa como yo.
Llegar es sencillo y el cartel puesto en la fachado no deja duda alguna. La calle principal, dirección centro hacia la antigua Las Vegas, nos daremos con la tienda a mano derecha.
DORMIR EN LAS VEGAS
En un viaje corto, puede que nos podamos permitir dormir en los hoteles más lujosos de la ciudad. La verdad es que de Lunes a Viernes resulta incomprensiblemente económico aunque viendo el dinero que llegan a hacer los casinos todas las noches, lo ilógico se convierte en evidente.
Habrá que hacer una reserva previa en las conocidas páginas web como booking.com o hoteles.com. debéis tener en cuenta, que el precio final, jamás incluye las elevadas tasas que el estado impone por tener por ejemplo spa, o sencillamente te cobran un alto depósito, que luego será devuelto si todo anda en orden a nuestra salida.
No os obsesionéis en dormir en un cinco estrellas. Lo más importante es que esté bien situado, cerca de la Strip Street y evitar la parte antigua, ya que por la noche no resulta nada segura.
Ojo con fumar en las habitaciones. Tanto en Nevada como en todo el país, las multas que imponen son severas y muy caras. Yo, siendo fumador, iba al casino del hotel, donde SÍ está permitido fumar.
Os dejo enlace del hotel donde yo estuve. Fue genial y céntrico. Un tres estrellas que no mermó mi presupuesto durante mi viaje y las tasas fueron las correctas, sin sorpresas ni incidentes.
ARTE CALLEJERO
Si tuviéramos que pasear sin entrar en los casinos, puede que la ciudad pierda todo encanto, pero hay vida más allá del juego. Artistas, pintores y actores se dan cita, durante nuestros paseos para ganarse la vida. Algunos, no pasar de ser meros figurantes de pacotilla que no tienen donde agarrarse. Sin embargo otros, muestran sus obras y cómo trabajan en ellas a tiempo real, pudiendo comprar sin reparo una vez finalizadas. Con fuertes controles para que no se les vaya de las manos, estos artistas callejeros, están oficialmente aceptados y pagan sus impuestos, pudiendo aceptar tarjetas de crédito.
Podemos incluso contratar tours privados, donde guiarnos por las pinturas más conocidas (Street art), donde los grafitis, deja de ser una rebelión para convertirse en una forma de expresión, elevándolo a la categoría de arte callejero.
La Freemont Street y sus calles adyacentes, son un claro ejemplo, donde observar a docenas de estos mecenas, que en un pasado no muy lejano eran perseguidos por las autoridades, viendo en su forma de expresarse, un modo de ensuciar el entorno urbanita.
TRANSPORTE EN LAS VEGAS
Evitar coger el coche una vez estemos alojados en el hotel, es una muy buena opción. Si conseguimos estar en el epicentro de la acción, sin alejarnos de la archiconocida Strip Street, de noche deberían ser suficientes nuestras piernas para llevarnos de un lugar a otro.
Para los que queráis ir más allá o simplemente el calor del verano haga imposible una caminata, existen autobuses de línea que van geniales.
Autobús
The Deuce, es el autobús de referencia. Con dos pisos, casi se ha convertido en una atracción turística, porque recorre toda la Strip Street, hasta llegar a la Freemont Street, parando en cada hotel y casino.
Tarifas Bus The Deuce:
Abono 24 horas : 8$
Abono 3 días: 20$
Taxi:
Puede que nadie coja este medio de transporte debido al coste. Las distancias en las Vegas, son relativamente cortas y el trayecto más utilizado es el de ir y venir al aeropuerto, suponiendo un coste de 20$, sin tráfico. Si queremos llegar a la Freemont Street, el precio final aumentará considerablemente.
El monorail:
Rentable para gente que se aloje lejos de los hoteles céntricos. Puede que queramos utilizarlo por simple curiosidad, pero un billete sencillo cuesta 5$, por lo que en bono diario, siempre saldrá a cuenta, teniendo un coste de 12$.
COMER EN LAS VEGAS
Desde lujosos restaurantes a franquicias sin carácter. Todo es posible en Las Vegas. Para los viajeros con presupuestos muy ajustados, los locales mejicanos son extraordinariamente económicos y fáciles de localizar. Repletos de gente, sabremos si lo que sirven es sabroso o no. A parte de las típicas cadenas de comida rápida, podremos deleitarnos con comida internacional a un precio verdaderamente asequible. Desde sopas gigantescas japonesas por unos 5$ a pizzas italianas por unos 9$. Comer en la ciudad del pecado, es una necesidad apta para todos los públicos y todos los paladares.
CASARSE EN LAS VEGAS
No mencionar las wedding chapels en las Vegas sería algo insólito. Entre la Strip Street y la Freemont Street, iremos encontrando decenas de pequeñas capillas donde las bodas más absurdas del mundo tienen su lugar. Coches desfasados, pinturas en tono pastel, pondrán ese punto hortera que llega a formar parte de muchos sueños de juventud cuando alguna vez, nos prometimos “casarnos en Las Vegas”.
¿Cuánto cuesta?
Podemos casarnos por apenas 200$ incluyendo . Si queremos hacerla temática y que un Elvis nos case, tener flores, fotógrafo y testigos pagaremos aproximadamente 100$ más. A partir de aquí los precios van subiendo si vamos añadiendo extras como el alquiler del vestido de la novia o la recogida al hotel en limosina.
Con 120.000 bodas al año, Las Vegas consta como el segundo lugar del planeta con más bodas por detrás de Estambul. Por ese motivo, los que andéis flojos en inglés, las celebraciones en español están por todos los lugares.
El tiempo que tardaremos en casarnos, no pasará de la media hora. Aquí van a por faena y a hacer caja.
Aunque personalmente lo vea algo pasado de moda, no me diréis que alguna vez se no se os pasó por la cabeza cometer semejante locura.
ANÉCDOTAS INSÓLITAS
Las Vegas no sólo es un destino internacional. Los norteamericanos, ahorran durante un largo periodo de tiempo para poder ir unos cuantos días e invertirlo en el juego y los placeres que éste mágico lugar ofrece. Por lo tanto, lo que tanto vemos en las películas, allí desfilará delante nuestro.
PELIGROS Y CONSEJOS PARA EVITAR MALES MAYORES
Seamos conscientes que la ciudad se haya anclado en medio de un desierto. Por mucho que os guste pasear de día, en pleno mes de agosto, resulta algo suicida. Con temperaturas que superan los 40 grados, lo mejor es ir de hotel en hotel, para ir saboreando las bocanadas de aire acondicionado que van echando a raudales. Hay decenas de puntos de interés en los alrededores y excursiones imprescindibles que se pueden hacer desde Las Vegas.
Hay que tener cuidado de madrugada y evitar caminar por la periferia de la famosa Freemont Street.
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