Tengo la necesidad de reivindicar a Paros. Más allá del profundo flechazo que sentí al conocerla, me siento obligada a ponerme en el papel de abogada defensora de los pobres.
Sí, se que la isla habla por si misma y que no necesita interlocutores, pero considero injusto que sus hermanas Santorini, Ios o Mykonos se lleven todos los créditos y que algunos no se den la oportunidad de visitar a la que se convirtió en mi preferida de las Cícladas.
Poco se habla de esta perla del Egeo fuera de Grecia.
A decir verdad, la primera vez que escuché acerca de ella fue a bordo de un avión. Gaetan, mi compañero de asiento del vuelo Kuala Lumpur -Tehran me contó que se encontraba viviendo y practicando kitesurf en la isla.
Me dio curiosidad, así que navegando un poco en internet y preguntando -tanto en Atenas como en Mykonos- todos los locales me recomendaron lo mismo: no perder la oportunidad de recorrer un lugar bello, tranquilo y no tan explotado turísticamente.
Perteneciente al archipiélago de las Cícladas, esta volcánica isla cuenta con una extensión realmente considerable (es la tercera más grande Grecia!). Innumerables atracciones y actividades para realizar nos harán quedarnos con ganas de volver y de extender nuestra estadía
Playas
Hay muchas para recorrer y pasar el día (más de ciento veinte kilómetros de playas de aguas cristalinas nos ofrecen sus costas).
De las que visité, las que más me impactaron fueron Monastiri y Pounda.
Adornada con colinas rocosas y arena dorada, en ella encontramos un ambiente muy familiar y relajado.
En tanto que Pounda exhibe aguas tan transparentes como cualquier playa del Sudeste Asiático. En temporada alta es una de las más populares entre los jóvenes, quienes la eligen para practicar deportes, bañarse o alcanzar perfectos bronceados.
Al hospedarme en Parikia, aproveché para ir a Drios. Si bien en ella no encontramos el mismo paraíso que en Pounda, es una buena alternativa para refrescarnos si estamos cerca.
¿Qué visitar en la isla de Paros?
Parikia
El centro de la capital de Paros es un lugar perfecto para caminar y perderse entre las callecitas angostas, admirando las flores y los distintos tonos de azul con que están pintadas las puertas y balcones.
Sobran los negocios de accesorios, ropa y artículos varios. Todos ellos decorados con tan buen gusto que parecen sacados de una escenografía.
El museo Arqueológico y la Iglesia de la Santísima Virgen Ekatontapiliani también valen la pena ser visitados.
Noussa
Noussa es otra zona con mucho encanto, quizás un poco menos transitada que Parikia. Este pueblo tradicional cycládico, añadido a un entrañable puerto veneciano y fortificación a su entrada, alberga los mejores restaurantes, bares y discos de la isla.
El mejor momento para recorrerla es después del atardecer, cuando el calor merma y las luces empiezan a encenderse.
Lefkes
Si lo que estás buscando es extrema tranquilidad, probablemente encuentres en Lefkes tu lugar. En esta parte de la isla no circulan vehículos a motor, convirtiendo a la ciudad en un oasis para quienes desean desconectarse de todo y alcanzar un verdadero descanso.
Antiparos
Es posible llegar a esta isla perteneciente a Paros en una embarcación llamada Kaikia . Pasar el día es una muy buena opción, aunque hay quienes eligen este nirvana de aguas turquesas para pasar sus vacaciones.
Alyki
Este pintorescos pueblito pesquero es ideal para disfrutar un auténtico almuerzo isleño de mariscos en una de sus tradicionales tabernas, contemplando la vista a la bahía.
Valle de las mariposas
A escasos cinco kilómetros de la capital, encontramos el Valle de las Mariposas. Al mismo podemos llegar por nuestra cuenta como también haciendo una visita guiada.
Alrededor de este valle encontramos el Monasterio de Christos y el Monasterio de Longovarda, además de la Villa de marpisa, un monasterio construido en el Siglo XV a.C.
Windsurf – Kitesurf
La presencia del viento Meltemi hace que la isla esté poblada por windsurfistas de todo el mundo.
Hoy en día, aquí también se celebran campeonatos mundiales de kitesurf, convirtiéndose Paros en un destino también para practicar este deporte.
Restaurantes
Buenas noticias, los precios de la isla son bastante más económicos que los de otras de las Cícladas.
La calidad de los platos y la variada oferta gastronómica en todas las ciudades hará a los amantes del buen comer no querer despegarse de ellas.
Sobran las opciones de pescados y mariscos, como también la tradicional mousseca (una es más rica que la otra), los populares souvlaki, la ensalada griega, las spanakopita -tarta de verdura- o los Gyros (especie de shawerma que se vende en casi todas las esquinas).
Comida italiana, mexicana o japonesa también forman parte de la oferta.
Ahh me olvidaba del café! Los griegos aman el capuchino, sobretodo el frío cuando hace calor. Siempre es un buen momento para degustar uno.
Transporte
Paros cuenta con aeropuerto propio. Aunque sólo es posible llegar a la isla desde otros destinos griegos, Ryanair ya comenzó a promocionar esta nueva ruta, con lo cual se espera en breve un gran auge turístico.
Sin embargo, el ferry o hidrofoil es la opción más elegida para llegar a la isla. Seis horas separan a Paros de Atenas, tres de Santorini y tan sólo dos de Mykonos.
El sitio web en el que encontré los mejores precios para comprar los tickets es www.viva.gr . Se puede chequear también en go-ferry para comparar valores.
Si no te animás a manejar, los buses constituyen son una buena opción. Llegan a casi todos los rincones, funcionan muy bien y cumplen el cronograma de horarios estipulado.
También se pueden alquilar bicis y automóviles (tan pronto como bajamos del ferry en Parikia podemos ver las oficinas de Hertz o Sixt, entre otras).
Mujeres viajando solas.
Chicas, la isla es un Edén para nosotras. Caminar a cualquier hora, tomar transporte público y acceder a todas las actividades es sumamente seguro.