Golden Gate. Icono único de San Francisco, se manifiesta con una inconfundible belleza arquitectónica. Ni de lejos es el más grande o largo, pero nadie duda en que es el más cautivador. Símbolo inequívoco de que Estados Unidos respiraba otros aires al resto del planeta hace 65 años. Mientras unos surgían con poder hacia unos horizontes cargados de esperanza, el resto miraba con admiración como una nueva potencia mundial nacía.
Más que una proeza, diría que hizo falta un milagro para que la gran depresión del crack, no hiciera añicos los sueños delirantes de algunos cuantos. De hecho, y resulta curioso como la crisis del 29, no afectó a la ciudad de San Francisco, donde su puerto era continuamente utilizado para fines militares.
Su construcción duró cuatro años, desde 1934 a 1937. Las dimensiones para aquella época, supuso todo un reto para el ingeniero Joseph Strauss. Tengamos en cuenta, que la única manera de cruzar la bahía era en ferry, por lo que la inauguración, no fue sólo un logro arquitectónico, sino que su funcionalidad, fue fundamental para conectar la ciudad con el resto de municipios.
Con 2,7 kilómetros de longitud, 227 metros de altura, 67 metros de suspensión y seis carriles abiertos a la circulación de vehículos, hablamos en teoría para los tiempos que corren, de un puente de tamaño normal, situándose el número 198 en la general y en el sistema de puentes colgantes, como el número 12. Muchos años tuvieron que pasar para que lo adelantaran en un ranking que parece no tener límites, si miramos los futuros proyectos que la humanidad está llevando a cabo.
Dejando los números aparte, hemos de decir que unánimemente ha sido elegido, como el puente colgante más bello del mundo. No sólo porque en conjunto sea una obra maestra, sino que el precioso entorno de la bella bahía de San Francisco, aporta el resto que a otros les pueda faltar.
Muchos imprescindibles de San Francisco pueden ser no llevados a cabo por falta de tiempo, pero cruzar el Golden Gate, no sólo debe ser obligatorio en una visita por la ciudad, sino que acaba siendo el sueño de cualquier viajero.
En este artículo os voy a contar ¿Qué miradores no debes perderte?, ¿Cómo puedes cruzarlo? y ¿cómo llegar a él? ¿Me acompañas?
MIRADORES Y PUNTOS QUE NO DEBES PERDERTE
Fort Point
Viniendo de San Francisco, es el primer mirador que hay. Aparcar, no es imposible. De hecho yo llegué a las 16.00 horas y aparqué gratis durante dos horas, aunque si lo veis muy justo, hay parkings de pago, para quedaros más tranquilos.
Es habitual empezar nuestra ruta en él, ya que es el acceso al puente para cruzarlo a pie o en bicicleta. Las indicaciones son fáciles y podemos proveernos de agua, ya que disponemos de tienda, cafetería y baños.
Lo interesante de este punto antes de hacer el famoso puente, es visitar las baterías. Un cuartel sin pago previo, lo han convertido en un curioso museo, con habitaciones ambientadas en la época antes de existir el puente. Ese estrecho era vigilado por el ejército, donde llegaron a tener hasta misiles por temidas invasiones.
Abastecidos y preparados, las fotografías desde la base del puente, son todo un clásico. Preparaos porque la cuesta que se dirige al puente, estará abarrotada de peatones y ciclistas, aunque las dimensiones son muy respetables, hacerse una fotografía andando solo por encima, resulta casi imposible.
Un breve camino, situado en el otro extremo de este lado (Sur), nos darán acceso a un difícil sendero, que va a una famosa playa, desde donde conseguir unas buenas instantáneas. No hay que perdérselo.
Vista Point
Al otro extremo, en el Norte, una vez cruzado el puente a pie o en coche, encontramos, para mí este mirador más bonito que el anterior, aunque no el mejor de todos. De hecho, no llegamos a ver el puente de perfil, sino que el ángulo casi es frontal.
Quien venga en coche, no deberá pagar, ya que el peaje es de entrada y es una buena idea, si queremos dejarlo para lo último. Aunque carente de cuartel, diversos túneles y algunas explicaciones talladas en placas metálicas, nos informarán sobre la historia de los soldados que resguardaron la ciudad en el pasado.
Aquí, el aparcamiento es muy complicado, pero afortunadamente yo encontré a la primera un estacionamiento. Sólo queda esperar a que la gente haga la fotografía de rigor y deje libre su plaza.
Battery Spencer
Llegar no es fácil pero tampoco imposible. Desde este mirador, el limitado aparcamiento hace que debamos hacer malabarismos para poder parar y disparar nuestra cámara. Pero ya que estamos aquí, no os cortéis y seguid camino arriba, hasta que acabe, pudiendo ver por vuestra ventanilla, como el puente se empequeñece ante un paisaje que por lo contrario, se agiganta, pudiendo apreciar, cómo encaja el puente, creando una simbiosis perfecta.
Sin duda alguna y a título personal, es el más impresionante.
OTROS PUNTOS QUE PASAN DESAPERCIBIDOS
Una vez estemos en Vista Point, siguiendo la carretera hacia Sausalito, hay un desvío a mano derecha. Allí, sin gente, podéis observarlo con calma y la belleza puede ser comparable a la de Marshall en el lado Sur.
Cryssie Fiels, es la antesala a nuestra llegada al Golden Gate. Al menos yo pude disfrutarlo un día antes de lanzarme a visitarlo, por su proximidad al distrito de Marina. Su gigantesca playa y un buen atardecer, son suficientes alicientes para que al menos vayamos a relajarnos, sentados en la arena.
CRUZAR EL PUENTE
Entrando por el Sur (Fort Point), caminarlo es sencillo aunque engañoso. No olvidemos que son más de cinco kilómetros ir y volver, con lo que es indispensable planificar el tiempo que tardaremos en hacerlo. Yo hice tres cuartas partes y volví para coger de nuevo el vehículo y pasar al lado Norte, para dirigirme posteriormente a Sausalito.
Hay dos calzadas, una para peatones y otra para bicicletas. Justo antes de entrar, las indicaciones os dirán qué camino elegir.
¿Merece la pena? Un rotundo sí. Por supuesto que el recuerdo que guardamos en la retina está desde la lejanía, donde todo queda al descubierto, pero una vez estás encima, te das cuenta de la proeza y magnitud del proyecto que se llevó a cabo hace 80 años.
Siendo una persona que sufre de vértigo, hubo algunos momentos en los que tuve que asomarme para divisar a las ballenas que pasaban por debajo, y fue donde realmente lo pasé mal. Supongo que al resto, le debe dar mucha seguridad, aunque estoy seguro que bajo el manto de agua fría que encierra la bahía deben descansar cientos de móviles resbaladizos.
Sea a pie o en bicicleta, es obligatorio cruzarlo.
¿HAY MÁS PUENTES?
Sí, y uno muy importante algo parecido al Golden Gate. Hablamos del Oakland Bay Bridge, menos conocido, aunque mucho más grande y largo. Su uso al tráfico es muy eficiente y cruzarlo en coche es muy recomendable, ya que la visita a pie, no merece la pena teniendo la Joya de la Corona a escasos kilómetros de distancia.
DATOS PRÁCTICOS
¿CÓMO LLEGAR AL GOLDEN GATE?
Autobús
El transporte público, quizás peque un poco cuando hablamos de llegar a la base del puente. Los autobuses que debemos tomar son el 28 o el 76, que nos dejarán en la zona del aparcamiento Sur. Puede parecer una buena idea, pero la frecuencia de éstos no es la adecuada, pudiendo esperar hasta 40 minutos.
Bus turístico
Sin lugar a dudas es un buen método para llegar a él, pero no soy de los que cojan estos medios, prefiriendo recorrer las ciudades a mi ritmo, descubriendo las dos caras que una lugar te pueda mostrar. Si sois asiduos a estos transportes, pues lo tenéis bien fácil aunque no explotaréis la zona como se debería.
Bicicleta
Un medio ecológico y sano, que se está llegando a convertir en todo un clásico para hacer el Golden Gate. Debéis llevar agua en abundancia y procurad dosificar fuerzas. La famosa ruta a Sausalito es dura y llegar a los miradores más importantes, resulta casi imposible. Sólo algunos estarán a vuestra disposición. También debéis tener en cuenta que un sentido del puente es peatonal y otro para las bicicletas.
En coche
La mejor forma de hacerlo para mi gusto aunque mucha gente disienta. Yo lo hice en un vehículo alquilado e iba con muchas dudas, si iba a encontrar aparcamiento o cómo lo haría para no perderme. Fue un rotundo éxito, pudiendo exprimir todos los ángulos posibles y lanzarme colina arriba donde el gran Golden Gate se empequeñece ofreciendo unas vistas increíbles. Para mí, fue todo un acierto aun siendo sábado el día que decidí visitarlo.
¿CUÁNTO TIEMPO NECESITO?
Yo empecé a las cuatro de la tarde y acabé a las ocho. Con esas cuatro horas, visite ambos extremos y crucé el puente andando. Una vez realizado Sausalito, me dispuse subir la montaña para acabar encontrando uno de los más bellos miradores.
¿CUÁNTO CUESTA?
Si vais a pie o en bicicleta, no hay entrada que pagar. Para entrar en coche a San Francisco y cruzarlo, debéis abonar $5 dólares admitidos con tarjeta de crédito. Sin embargo, salir por el puente hacia las afueras, es totalmente gratuito. Fue el único peaje que pague (con gusto), en los 7.000 kilómetros de carretera que realicé durante mi gran ruta.
CONSEJOS GENERALES
Llevad ropa de abrigo. El microclima de San Francisco es algo alocado. Los que tengan vértigo, quedáis avisados que en ciertos puntos, puede ocasionar estragos. Estad atentos desde las alturas del puente colgante. Nosotros divisamos cuatro enormes ballenas justo debajo. ¡¡¡Ah!!!, sobre todo y es el consejo más importante, ¡¡¡¡disfrutadlo!!!!
Itinerario y consejos para disfrutar de San Francisco